En la época de Cirion, el duodécimo rey senescal de Gondor, vivía en Rhovanion, región situada en la frontera oriental del reino, un fiero pueblo bárbaro conocido como los balchoth que pertenecía a la raza de los orientales. Los balchoth sembraron el terror en los valles del Anduin, pues se regían por la maldad y sus acciones estaban dirigidas por Sauron, el Señor Oscuro, que residía en Dol Guldur, fortaleza erigida en el Bosque Negro.
La crueldad de los balchoth era legendaria, y sus huestes, numerosas. En el año 2510 de la Tercera Edad del Sol, los balchoth botaron una nutrida flota en el Gran Río y alcanzaron por fin el reino de Gondor. Saquearon la provincia de Calenardhon y asesinaron masivamente a sus habitantes, hasta que les hizo frente un potente ejército de hombres de Gondor mandado por Cirion. Procedente de las montañas, se incorporó a la lucha un ejército negro de orcos que atacó por la retaguardia a los hombres de Gondor, pero en el momento más crítico llegó la ayuda: los éothéod mandaron una gran fuerza de caballería que aplastó tanto a los balchoth como a los orcos. Esta contienda se llamó la batalla del Campo de Celebrant y en ella se puso fin para siempre al poder de los balchoth. Éstos fueron aniquilados y después de aquel día en ningún relato se los menciona, y pronto desaparecieron de la faz de la Tierra Media.
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