jueves, 12 de mayo de 2016

Dioses Egipcios: AMONET

TRANSLITERACIÓN: imnt
NOMBRE EGIPCIO: AMENET.
ICONOGRAFÍA: En Tebas tiene aspecto femenino y suele estar tocada con la corona roja del Bajo Egipto, mientras que en Hermópolis es una mujer con cabeza de rana. También podemos encontrarla bajo la apariencia de una vaca.
SINOPSIS: Esta diosa protectora aparece en el Reino Medio y su culto se consolida en el Reino Nuevo. Su origen, posiblemente, hay que buscarlo en una remota divinidad del cielo, que en Tebas se convierte en una réplica de Neit y con la que comparte iconografía. Su nombre, como el de su consorte Amón, significa “la oculta” y representa al viento que no se puede ver pero que se puede sentir, mientras que su esposo Amón es la personificación del aire.
Amonet, que comienza siendo la esposa de Amón, queda relegada en el Reino Nuevo al papel de paredra del dios. A partir de este momento su puesto lo ocupa la diosa Mut, Amonet está involucrada en los ritos de coronación del monarca y en los jubileos, donde en ocasiones va acompañada por Min.
En Época Baja, Amón y Amonet se integran en el mito hermopolitano y constituyen una de las cuatro parejas de ranas y serpientes creadoras en esta leyenda.


Dioses Egipcios: AMÓN

TRANSLITERACIÓN: imn
NOMBRE EGIPCIO: AMEN/IMEN.
NOMBRE GRIEGO/ROMANO: AMÓN/ZEUS.
ICONOGRAFÍA: Dios antropomorfo de piel negra o azul (como el lapislázuli); carnero, adornado con una tiara en forma de mortero, del que salen dos altas plumas de halcón fraccionadas horizontalmente en siete divisiones, lo que denota que pudo ser un dios del cielo. En la base de su tocado puede llevar un disco solar. Ocasionalmente lo encontramos bajo apariencia momiforme, como ocurre con otros dioses creadores.
Carnero con una o cuatro cabezas, cuernos robustos alrededor de las orejas (Ovis platyra aegyptiaca), esfinge criocéfala, .serpiente, león u oca.


SINOPSIS: La primera mención conocida se encuentra en los Textos de las Pirámides del Reino Antiguo. Su nombre significa “El Oculto” y fue tomando importancia a partir del final del Primer Periodo Intermedio, asentándose en Tebas.
Desde el Reino Medio, los reyes Amenemhat, lo solarizaron e introdujeron como el dios principal del reino, denominándole “El Rey de los Dioses”, convirtiéndose en Amón-Ra, y, tomando atributos y funciones de Min (corona, soporte dorsal, etc.).
A comienzos del Reino Nuevo se transformó en dios dinástico, en virtud de la devoción que le profesaban unos reyes militares y expansionistas del área tebana. Así, el culto a Amón creció ostensiblemente en importancia, mermando el predominio de otra divinidad venerada en la zona desde tiempos más remotos: el dios guerrero Montu, al que casi llega a eclipsar.
Amón es una de las divinidades más importantes del panteón egipcio, a partir del Reino Nuevo, y representa una serie de conceptos abstractos. Es el aire que se encuentra en todos los lugares y en todos los momentos (no el viento, personificado en su paredra Amonet). Los humanos no podían verle, tan sólo sentirle, pero era capaz de atender generosamente las peticiones y súplicas que el
pueblo le hacía llegar a través de sus ruegos.
Venerado en los oasis, llevaba el título de “Señor de los Oasis”. En Debod se le reverenció bajo la forma de “Amón de Debod”. Tanto aquí como en las vecinas Dakka y Dendur tenía por compañera a Satis, pudiendo establecerse una estrecha relación de identidad entre Jnum, “Señor de la Primera Catarata” y este Amón local.
En el templo de Luxor y en el templo de Medinet Habu (Tebas Occidental) fue reverenciado bajo el aspecto de Amenemope, que significa precisamente “Amón de Opet”, es decir, el templo de Luxor.




Como “Amón-Ra Rey de los Dioses”, más conocido por el nombre griego de Amonrasonther, adquirió un carácter mucho más universal, ya en Época Tardía. En Napata recibió especial veneración, como Amón de Napata, desde la dinastía XVIII. La importancia de este Amón individual impulsó la construcción, en época ramésida, de un colosal conjunto de santuarios menores a lo largo de Nubia, con carácter procesional, que jalonaban el camino al Gebel Bárkal. La barca sagrada que empleaba en sus desplazamientos se llamaba Userhat.

Dioses Egipcios: AMMYT

TRANSLITERACIÓN: ammyt
NOMBRE EGIPCIO: AMMYT.
ICONOGRAFÍA: Diosa híbrida: cabeza de cocodrilo, mitad delantera de león y mitad trasera de hipopótamo.
SINOPSIS: A esta diosa se la denomina “Devoradora de los Muertos” y se sitúa al pie de la balanza en espera del resultado de la pesada del corazón del fallecido.
Según el pensamiento egipcio, era este órgano el responsable de los actos en la tierra t como tal el que debía pesarse en una balanza para comprobar si el individuo había sido justo en vida y merecedor de vida eterna. En el contrapeso de dicha balanza se colocaba la pluma de Maat (la justicia, el orden cósmico) o la propia diosa; ambos, corazón y pluma, debían ser igual de ligeros, para que el difunto pudiera ser considerado “Justo de Voz”, es decir un alma pura. De lo contrario, Ammyt procedería a devorarlo para que el difunto pereciera definitivamente y perdiera su condición de inmortal.

Saber más sobre esta criatura: AMMYT



Dioses Egipcios: AMENTIT

TRANSLITERACIÓN: imntt
NOMBRE EGIPCIO: AMENTIT.
ICONOGRAFÍA: Mujer sobre cuya cabeza se yergue el símbolo de Occidente, sobre el cual puede aparecer un halcón posado Algunas veces aparece personificada en una vaca.
SINOPSIS: Diosa de la necrópolis tebana que personifica a una de las formas de Hathor y, como tal, protege a los difuntos y encarna al Oeste. 
A menudo aparece representada saliendo de un sicomoro, árbol con el que está íntimamente relacionada, según se desprende del apelativo: “Dama del Sicomoro”. 
En las tumbas tebanas podemos encontrarla surgiendo de la montaña de Occidente para recibir al fallecido, ofreciéndole su amor, su protección y su guía a través del Mundo de los Muertos.


Dioses Egipcios: AMENHOTEP HIJO DE HAPU

TRANSLITERACIÓN: imn-http
NOMBRE EGIPCIO: IMENHOTEP.
NOMBRE GRIEGO/ROMANO: AMENOFIS/AMENOTES PAAPIS.
ICONOGRAFÍA: Aspecto humano sin atributos divinos. Puede aparecer sujetando un rollo de papiro abierto, extendido sobre sus rodillas.
SINOPSIS: Nacido en Athribis y de origen humilde, Amenhotep hijo de Hapu, fue visir y arquitecto (entre otros títulos) bajo el reinado del faraón Amenhotep III. En vida, gozó de una importante prerrogativa: de colocar estatuas propias en el templo de Karnak. Después de su muerte recibió culto, aunque no fue deificado hasta el periodo Ptolemaico, gracias a su reputación de hombre sabio y conocedor de numerosos misterios, convirtiéndose en una figura benefactora, poseedora de poderes curativos, intermediario entre el pueblo y el dios.


Dioses Egipcios: AMENHOTEP I

TRANSLITERACIÓN: imn-http
NOMBRE EGIPCIO: IMENHOTEP/AMENHOTEP.
NOMBRE GRIEGO/ROMANO: AMENOFIS.
ICONOGRAFÍA: Aspecto humano a la manera tradicional de los reyes del Reino
Nuevo.
SINOPSIS: Venerado junto a su madre Ahmes Nerertary hasta el reinado de Taharka. Aunque en el antiguo Egipto todos los reyes alcanzaban la divinización al morir, ninguno recibió un culto popular tan grande como Amenhotep I, sobre todo en el área de Tebas Oeste y en concreto en el poblado de Deir el-Medina. Allí tenía el título de “Señor del Poblado”, protagonizando importantes oráculos Tenemos constancia escrita de que en esta villa se celebraban, al menos, nueve fiestas directamente relacionadas con él. 
Según Cerný (1927), su culto podría haber empezado en Karnak, trasladándose más tarde a la orilla Oeste. Aunque se desconoce con certeza el motivo por el que este rey fuera venerado de una forma tan especial, parece que podría deberse al hecho de ser él quien estableció, por primera vez, una corporación de artesanos que trabajaban en lastumbas reales del Valle de los Reyes, y el primer faraón que separó el templo funerario, o templo de “los Millones de Años”, de la propia tumba.
A diferencia de su madre, a Amenhotep I no se le representó con la tez negra o verde.


Dioses Egipcios: AM-HEH

TRANSLITERACIÓN: am-HH
NOMBRE EGIPCIO: AM-HEH.
ICONOGRAFÍA: Antropomorfo, cabeza de cánido.
SINOPSIS: Más que un dios, Am-Heh es un genio que habita en el Más Allá con connotaciones eminentemente agresivas y funerarias. Su nombre significa “El Devorador de Millones”. Tal característica hace que Am-Heh constituya un enorme peligro para el difunto, y, por ello, éste procurará hacerse con la compañía y la protección del poderoso dios solar. Su morada está ubicada en “El Lago de las Llamas”. Am-Heh podría ser un epíteto del dios Baba.


Dioses Egipcios: ALMAS DE PE Y NEJÉN

TRANSLITERACIÓN: wrSwP/wrSw Nxn
NOMBRE EGIPCIO: BAU PE o URSHU PE / BAU NEJÉN o URSHU NEJÉN
(Popular).
NOMBRE GRIEGO/ROMANO: ALMAS DE PE Y NEJÉN (Popular).
ICONOGRAFÍA: Almas de Pe: Deidades antropomorfas con cabezas de halcón; en pie o postradas con una rodilla en el suelo. Llevan el brazo en alto formando un ángulo recto y el puño cerrado.
Almas de Nején: Divinidades antropomorfas con cabeza de chacal. Suelen encontrarse en postura análoga a las Almas de Pe.
SINOPSIS: Están presentes en el Reino Antiguo y responden al deseo de personificar a los ancestros reales que se fundían en estas almas. Su origen son los monarcas predinásticos del Norte y el Sur elevados a la categoría de dioses, los espíritus primordiales de ambas localidades, los “Seguidores de Horus” y sus descendientes. Ellos servían y asistían al monarca en vida y le acogían en la muerte, ayudándole con una escalera de oro para que el rey ascendiera al cielo con mayor facilidad.
Tanto las unas como las otras, fueron veneradas colectivamente bajo el nombre de “Las Almas de Heliópolis”.


Dioses Egipcios: AKER

TRANSLITERACIÓN: Akr
NOMBRE EGIPCIO: AKER.
ICONOGRAFÍA: Lengüeta de tierra a la que poco a poco se van incorporando otros elementos: una cabeza humana, que más tarde se duplica y aun después se transmuta en dos de león (una al Este y la otra al Oeste).
SINOPSIS: Dios muy antiguo que ya está presente en los Textos de las Pirámides. Es el guardián de las puertas Este y Oeste del Mundo Subterráneo, por lo que bajo su aspecto de dos leones yuxtapuestos, simboliza la entrada y la salida del mundo del Más Allá, el Ayer y el Mañana. En el Reino Nuevo, es el encargado de abrir las puertas de la tierra para que el soberano y el Sol pasen a la
Duat, convirtiéndose en el responsable de llevar y proteger a la barca de Ra desde el amanecer hasta el anochecer y como tal “Guardián de los Secretos que están en la Duat ”.
Simboliza la corteza terrestre de la tierra, mientras que su homónimo Gueb representa toda la tierra fértil.
Aparece en los llamados “Marfiles Mágicos” en el Reino Medio, como protector de los niños, de la familia y de la picadura de ciertos animales ponzoñosos. Es el protagonista del .tratado mitológico que recibe el nombre de: “Libro de Aker”.


Dioses Egipcios: AJET

TRANSLITERACIÓN: Axt
NOMBRE EGIPCIO: AJET.
ICONOGRAFÍA: Diosa vaca o serpiente.
SINOPSIS: Ajet es la imagen de la pradera, que en este caso se manifiesta como una diosa vaca, indicando su carácter maternal.
Fue venerada al menos desde el Reino Antiguo y a lo largo de toda la historia faraónica. Ajet favorece el desarrollo de todos los vegetales que crecen en la tierra.


Dioses Egipcios: AHMES NEFERTARY

TRANSLITERACIÓN: iaH-ms-nfrt-iry
NOMBRE EGIPCIO: AHMES NEFERTARY/AHMOSE NEFERTARY.
ICONOGRAFÍA: Tradicional aspecto de reina con la piel coloreada de negro o verde oscuro.
SINOPSIS: Desconocemos con certeza el motivo por el cual Ahmes Nefertary fue divinizada tras su muerte gozando de un gran fervor popular, pero parece que pueda relacionarse con el papel fundamental que jugó a comienzos del Reino Nuevo. Su divinización no fue una apoteosis al uso, sino un verdadero paso al panteón permanente, especialmente en el área tebana y a partir de Amenhotep III.
Como hecho excepcional: comentar su renuncia al importante puesto de “Segundo Sacerdote de Amón en Karnak”, tradicionalmente masculino, para tomar en sus manos el de “Esposa Divina de Amón”.
En Deir el-Medina recibió el título de “Dama del Poblado”. Se la consideró patrona de la necrópolis tebana y acompañada de Amenhotep I poseía capillas de culto repartidas en Tebas Oeste. En el templo de Sethy I en Gurna y el templo de Karnak, figura deificada.
Las representaciones de esta reina divinizada,. en contexto funerario se multiplica en época post-amárnica y, sobre todo, ramésida.


lunes, 9 de mayo de 2016

BELAIN

 Desde el principio hubo en Arda una raza de guardianes conocidos en alto élfico como VALAR. Los elfos grises de Beleriand los conocían como belain, que significa «los Poderes».


BÁRDIDOS

Entre los fornidos hombres del norte que vivían en la zona limitada por el Bosque Negro y las Colinas de Hierro estaban los que, en el último siglo de la Tercera Edad del Sol, eran llamados bárdidos. Con anterioridad habían sido conocidos como hombres de Valle y habían habitado la próspera ciudad que lleva ese nombre, situada bajo la Montaña Solitaria. Pero cuando el dragón Smaug llegó a esa zona, la ciudad fue saqueada y sus habitantes huyeron.
Los hombres del lago de Esgaroth les dieron albergue durante casi dos siglos, intervalo durante el cual entre los exiliados de Valle surgió el heredero del rey, llamado Bardo el Arquero. Éste era un gran guerrero y un hombre torvo aunque muy fuerte. Cuando el dragón de la Montaña Solitaria volvió a atacar, fue Bardo el Arquero el que atravesó el pecho de la bestia con una flecha negra y consiguió liberar a aquella desgraciada tierra del terror que la atenazaba desde que estaba bajo el acoso de Smaug.
De esta forma, Bardo se convirtió en gobernante de su pueblo y, con parte de las riquezas del dragón, reconstruyó Valle y devolvió la prosperidad a su reino. Así, en honor de este héroe, a partir de entonces el pueblo de Valle adoptó orgullosamente su nombre.


BANAKIL

Hubieron de transcurrir mil años de la Tercera Edad del Sol en  los valles del Anduin, al este de las Montañas Nubladas, antes de que los hombres se percataran de la existencia de los banakil, la raza a la que se llamó «Medianos».
Eran más pequeños de estatura que los enanos y sentían timidez ante las demás razas, por lo que vivían discretamente, y ningún relato conocido habla de su aparición con anterioridad a esta fecha.
Aun cuando tuvieron poca importancia para la vida de enanos y hombres, el «Libro Rojo de la Frontera Oeste» narra cómo influyeron las hazañas de los banakil en las guerras de los más poderosos habitantes de la Tierra Media durante la Tercera Edad. Con el nombre de HOBBIT cobraron una gran fama en las canciones y narraciones de la gran guerra del Anillo, que puso fin al perverso dominio de Sauron, el Señor Oscuro de Mordor.


BALROGS

Los más terribles de los espíritus maiar que se convirtieron en siervos de Melkor, el Enemigo Oscuro, fueron los que se transformaron en demonios. En la lengua de los altos elfos, se llamaban valaraukar, pero en la Tierra Media recibían el nombre de balrogs, que significativamente, quería decir «demonios de poder».
De todas las criaturas de Melkor, sólo los dragones los superaban en fiereza. Pesados y voluminosos, los balrogs eran demonios con apariencia humana dotados de cabelleras de fuego y apéndices nasales que expelían abrasadoras llamaradas.



Daba la impresión de que se movían dentro de nubes de sombras negras y de que todos sus miembros podían retorcerse haciendo una y mil fintas como fueran capaces de hacerlo las serpientes.
La principal arma de los balrogs era el látigo de fuego de múltiples correas, y, aunque también llevaban mazas, hachas y espadas llameantes, era aquel instrumento el más temido por sus enemigos. 
Tan horriblemente espantosa era el arma que la temible Ungoliant, la gran araña que ni siquiera los valar pudieron destruir, fue expulsada del reino de Melkor gracias a los briosos latigazos de los demonios balrog.
El individuo más infame de la raza balrog era Gothmog, señor de los balrogs y gran capitán de Angband. En las guerras de Beleriand cayeron tres señores elfos bajo el látigo y el hacha negra de Gothmog.
Después de la batalla bajo las Estrellas, Fëanor, el más célebre rey de los elfos, fue abatido por Gothmog en las mismas puertas de Angband. Por otra parte, en la batalla de la Llama Súbita, dio muerte a Fingon, rey supremo de los noldor. Y finalmente, de nuevo al servicio de Melkor, el monstruoso Gothmog encabezó las huestes de balrogs, su guardia de trolls, las legiones de orcos y la manada de dragones en el asalto y saqueo del reino de Gondolin, durante el cual murió Ecthelion, el señor elfo. Pero fue allí mismo, durante la caída de Gondolin, en la plaza del Rey, donde Gothmog encontró su fin a manos de Ecthelion, a quien él mismo acababa de herir mortalmente.
En todos los levantamientos y batallas de Melkor, los balrogs siempre se contaban entre los más fieros guerreros, y así, cuando el holocausto de la guerra de la Cólera cerró definitivamente el reinado de Melkor, terminó también la vida de esta raza de demonios que habían causado tantos estragos en todos los reinos de la Tierra Media.

Se dijo que algunos huyeron de la última batalla y se escondieron en la profundidad de las montañas, pero transcurrieron muchos millares de años sin que se volviera a saber nada de estos seres malignos, y la mayoría de la gente creyó que los balrogs habían desaparecido de la Tierra para siempre.
No obstante, durante la Tercera Edad del Sol, los enanos de Moria, que eran grandes excavadores y siempre exploraban las minas del lugar, dejaron salir por accidente a un demonio sepultado.
Una vez liberado, el perverso demonio abatió a dos reyes enanos y, después de convocar a orcos y trolls para que lo ayudaran, expulsó a los enanos de Moría para siempre. Según se cuenta en el «Libro Rojo de la Frontera Oeste», el dominio del balrog continuó prevaleciendo durante más de dos siglos, hasta que, por fin, ese horrendo espíritu maiar fue arrojado del pico de Zirakzigil por el mago Gandalf el Gris después de la batalla librada en el puente de Khazad-dûm.


BALCHOTH

En la época de Cirion, el duodécimo rey senescal de Gondor, vivía en Rhovanion, región situada en la frontera oriental del reino, un fiero pueblo bárbaro conocido como los balchoth que pertenecía a la raza de los orientales. Los balchoth sembraron el terror en los valles del Anduin, pues se regían por la maldad y sus acciones estaban dirigidas por Sauron, el Señor Oscuro, que residía en Dol Guldur, fortaleza erigida en el Bosque Negro.
La crueldad de los balchoth era legendaria, y sus huestes, numerosas. En el año 2510 de la Tercera Edad del Sol, los balchoth botaron una nutrida flota en el Gran Río y alcanzaron por fin el reino de Gondor. Saquearon la provincia de Calenardhon y asesinaron masivamente a sus habitantes, hasta que les hizo frente un potente ejército de hombres de Gondor mandado por Cirion. Procedente de las montañas, se incorporó a la lucha un ejército negro de orcos que atacó por la retaguardia a los hombres de Gondor, pero en el momento más crítico llegó la ayuda: los éothéod mandaron una gran fuerza de caballería que aplastó tanto a los balchoth como a los orcos. Esta contienda se llamó la batalla del Campo de Celebrant y en ella se puso fin para siempre al poder de los balchoth. Éstos fueron aniquilados y después de aquel día en ningún relato se los menciona, y pronto desaparecieron de la faz de la Tierra Media.


AVARI





En la época del Despertar, todos los elfos vivían al este de la Tierra Media, cerca de Orocarni, las Montañas del Este, y a orillas de Helcar, el mar Interior. Pero con el tiempo llegó la llamada de los valar y todos los elfos tuvieron que escoger entre la luz de las estrellas y la promesa de luz eterna. Los que eligieron la luz eterna y emprendieron el Gran Viaje fueron llamados eldar, mientras que los que se quedaron se llamaron avari, «los renuentes».
Los avari se convirtieron en un pueblo poco poderoso, pues su tierra se vio invadida por la barbarie de los Poderes Oscuros y las razas malvadas, de modo que la población de elfos menguó y se ocultó. Se transformaron en sombras y duendes que los ojos mortales no podían percibir. Vivían siempre cerca de los bosques, no construyeron ciudades y no tuvieron reyes. Posteriormente, en las edades del Sol, los avari fueron llamados elfos silvanos o elfos de los bosques, y algunos se desplazaron hacia el oeste y participaron en las grandes empresas de sus parientes eldar, con los cuales ganaron fuerza y prosperidad durante un tiempo, antes de su decadencia definitiva.

AURIGAS

En el siglo diecinueve de la Tercera Edad del Sol, un pueblo oriental de las tierras de Rhûn declaró la guerra a los hombres de Gondor. Era un pueblo numeroso y bien armado, equipado con carromatos y cuadrigas de combate arrastradas por caballos —por lo cual los hombres occidentales los llamaron aurigas—, que se enfrentó a los hombres de Gondor en una guerra que duró cien años. La primera batalla se libró en el año 1856 y los aurigas derrocaron a Gondor y a todos sus aliados, los hombres del norte. Mataron al rey Narmacil II, se apoderaron de las tierras de Rhovanion y esclavizaron a todos los hombres del norte que vivían allí.
Los aurigas gobernaron Rhovanion hasta el último año de aquel siglo, en el que los hombres del norte se rebelaron y Calimehtar, el nuevo rey de Gondor, condujo a su ejército hacia septentrión. En el combate librado en Dagorlad, este nuevo rey obligó a los aurigas a retirarse hacia el este hasta Rhûn. Pero la agitación continuó en las fronteras de Gondor y, con la ayuda de los Espectros del Anillo y los haradrim, en 1944 los aurigas volvieron a declarar la guerra a Gondor. Los hombres de Gondor se vieron entonces obligados a dividir su ejército entre el este y el sur. El rey Ondoher se fue al este, donde sus huestes sufrieron un gran descalabro y sus dos hijos fueron asesinados. Pero el ejército del sur derrotó a los haradrim y seguidamente se dirigió al este, donde sorprendió a los victoriosos aurigas y los aniquiló en un acceso de cólera vengativa. Prendieron fuego a sus tiendas y los que no murieron en la batalla del Campamento fueron conducidos a las Ciénagas de los Muertos, donde perecieron. Después de esto el nombre de los aurigas no volvió a aparecer en los anales de occidente y no consta en ningún relato posterior de los elfos ni de los hombres.


ATHELAS

Entre los muchos relatos del «Libro Rojo de la Frontera Oeste» aparece una parte de la rima de los elfos grises que habla de la hierba curativa athelas. Con el transcurso del tiempo el significado de estos versos se había perdido para todos menos para los más sabios de los hombres, aunque en la época de la guerra del Anillo continuaba siendo una cura popular para las afecciones del cuerpo.
En los terribles días de la guerra llegó al reino de Gondor Aragorn, hijo de Arathorn, que era un verdadero descendiente de los reyes de Númenórë, de donde procedía la mágica hierba del bosque. En algunos relatos se dice que Aragorn, que tenía los poderes curativos de aquellos reyes, tiraba la hierba de largas hojas en calderas de agua hirviendo y obtenía así su auténtico poder.  La fragancia de las huertas, la frescura de la nieve de las cumbres y la luz de una estrella quebrada penetraban en las oscuras habitaciones en que yacían las víctimas de heridas infectadas y de la nigromancia, hasta que volvía a animarlos la vida y la juventud, y el largo trance que los había mantenido postrados se interrumpía antes de conducirlos a la muerte.
Así pues, los hombres llamaron a las athelas hojas de reyes, y el hecho de que las usara un verdadero rey de Númenórë fue una señal de que pronto llegaría el fin del mayor mal de Mordor, al este de Gondor, que amenazaba a todos los habitantes de la Tierra Media.




ATANI

De todos los hombres de la Primera Edad del Sol, los más poderosos eran los atani de las Tres Casas de Amigos de los elfos, que vivían en Beleriand. Incluso para los eldar, las hazañas de estos mortales en la guerra de las Joyas fueron importantísimas. En el «Quenta Silmarillion» se narran numerosas andanzas suyas: cómo mató Húrín a setenta trolls y soportó la tortura de Morgoth; cómo asesinó Túrin a Glaurung, Padre de los Dragones; cómo arrancó Beren un Silmaril de la corona de Morgoth, y cómo surcó los cielos en su navío Eärendil el Marinero. A través de los atani los hombres se ennoblecieron por primera vez mediante la mezcla de sangre élfica, pues en la Primera Edad fueron tres las veces que un señor atani se casó con una princesa élfica: Beren desposó a Lúthien, Tuor a Idril y Eärendil a Elwing. Así pues, los atani eran los más nobles y fuertes de los hombres, y enseñaron lo mucho que habían aprendido de los elfos a sus descendientes y a los hombres menores que los sucedieron.
No obstante, los noldor sólo aplicaron el nombre de atani a los hombres de las Tres Casas durante poco tiempo. Su verdadero significado es Segundos Nacidos, denominación que abarcaba a toda la raza de mortales procedente del este de la Tierra Media. Pues, de la misma manera en que los elfos, que llegaron al mundo en la época en que volvieron a encenderse las estrellas, se llamaban Primeros Nacidos, así los hombres, que llegaron en la época de la salida del Sol, se llamaban Segundos Nacidos, o atani.
Con el tiempo, el nombre de atani desapareció por completo, pues la lengua que utilizaban los elfos noldorin era poco empleada en las Tierras Mortales. Los hombres de las Tres Casas pasaron entonces a ser conocidos como EDAIN en la lengua más extendida, el sindarin de los elfos grises, y éste es el nombre que se usa para designar a estos hombres en la mayoría de los relatos de sus hazañas en las tierras perdidas de Beleriand.

ATANATÁRI

De la raza de los hombres, hubo algunos que, en la Primera Edad del Sol, salieron del este de la Tierra Media, se dirigieron al oeste y al norte y llegaron al reino de Beleriand, donde vivían los elfos noldor y sindar. Los noldor les llamaron atanatári, «padres de los hombres», aunque el más frecuente era el nombre sindarin: EDAIN.
Estos hombres aprendieron muchas cosas de los sabios elfos que habían llegado recientemente de Aman, la tierra de la luz, y habían sido discípulos de los Poderes de Arda, muy temidos por los hombres y adorados como dioses. Así pues, los atanatári eran verdaderamente los padres de su raza, ya que, si bien con posterioridad llegaron otros hombres procedentes del este, donde habían aprendido mucho de los elfos oscuros de esas tierras, su sabiduría popular no era comparable con la aprendida por los atanatári de los calaquendi. Por esta razón se encomendó a los atanatári la tarea de convertirse en maestros de todo su pueblo en las Edades del Sol que habrían de seguir. Gran parte de lo más grande y noble de todos los hombres tiene su origen en estos antepasados.


ASËA ARANION

Desde la morada de los númenóreanos llegó a la Tierra Media una hierba de mágicos poderes curativos. En la lengua de los altos elfos, dicha hierba se llamaba asëa aranion, «hojas de reyes», debido a los especiales poderes que poseía en manos de los reyes de Númenórë. Más comúnmente, era conocida entre los elfos como ATHELAS; en oestron, lengua común de los hombres, se llamaba simplemente hierba de reyes.


ÁRBOLES DE LOS VALAR.

De las semillas creadas por Yavanna, Reina de la Tierra, crecieron en las Edades de las Lámparas los árboles de los grandes bosques de Arda. Muchos eran los mismos que conocemos hoy; sin embargo, en aquella época eran más altos y más gruesos. Había robles, arraclanes, serbales, abetos, hayas (que se llamaban neldoreth), abedules (llamados brethil) y acebos (llamados region). Pero existían asimismo otros que ahora han desaparecido del mundo: el aureorrojizo culumalda de Ithilien y el dorado mallorn, el árbol más alto de la Tierra Media, que se alzaba en Lothlórien.



Sin embargo, los más sorprendentes y hermosos de todos los árboles que hayan crecido jamás fueron los dos Árboles de los valar, que aparecieron después de las Edades de las Lámparas. Una vez Melkor hubo destruido las Lámparas de los valar, que habían iluminado el mundo entero, los valar abandonaron la Tierra Media y se trasladaron a las Tierras Imperecederas. Allí fundaron un segundo reino que llamaron Valinor, y Yavanna, Dadora de Frutos, se sentó en el montículo verde de Ezellohar, próximo a la puerta dorada occidental de Valimar, y se puso a cantar mientras los valar permanecían sentados en sus tronos del Anillo del Juicio, y Nienna la Plañidera regaba en silencio la Tierra con sus lágrimas. Según se cuenta, en primer lugar nació un árbol de plata y luego un árbol de oro, resplandecientes de luz, que crecieron hasta alcanzar la altura de los montes de Aulë. El árbol de más edad era Telperion, cuyas hojas eran verde oscuro y plata. En sus ramas brotaban flores argénteas que desprendían un rocío plateado. En alabanza, Telperion fue llamado también Ninquelótë y Silpion. Laurelin, el más joven de los Árboles de los valar, era la «canción de oro». Sus hojas, aunque verde pálido, estaban ribeteadas de oro; las flores eran como trompetas y llamas doradas, y de sus ramas caía una lluvia de luz áurea. En alabanza, Laurelin fue llamado también Culúrien y Malinalda, el «árbol dorado».
Así pues, éstos eran los dos Árboles que se alzaban en las Tierras Imperecederas e iluminaban el paisaje de oro y plata. El cómputo del tiempo se basó en el ritmo de la luz de los Árboles de los valar, pues hasta entonces no se había medido nunca, y de esta forma se iniciaron los días y los años de los Árboles, que fueron muchas y largas edades, mucho más largas que los Años de las Estrellas y del Sol. La luz de los Árboles gemelos de las Tierras Imperecederas era eterna, y los que vivían bajo su influjo se ennoblecían y alcanzaban una inmensa sabiduría.

Bajo su luz, los valar vivían dichosos mientras la Tierra Media se hallaba hundida en la oscuridad y Melkor reforzaba el poder de su reino de Utumno y su arsenal de Angband. No obstante, al cabo de un tiempo, Varda, que excavaba pozos debajo de los Árboles para recoger el rocío de la luz, tomó la luz plateada de Telperion, ascendió a la cúpula de los cielos y volvió a encender las apagadas estrellas. El resplandor fue todavía más intenso, y los malvados siervos de Melkor se amedrentaron en la Tierra Media, pues la luz de las estrellas caía ahora sobre ellos como flechas o como dagas de hielo que les causaron profundas heridas. Los elfos vinieron al mundo bajo esta luz de las estrellas, que los despertó alegremente.
Si bien la vida de los Árboles de los valar fue larga, su fin fue trágico y desastroso, pues, según se cuenta, Melkor hizo un pacto con Ungoliant: se acercaron ocultos por la Noluz de la araña, hendieron los Árboles y chuparon su savia hasta que quedaron resecos.  Su luz se extinguió y no quedó de ellos más que unos troncos destrozados y unas ennegrecidas y envenenadas raíces. La araña Ungoliant vació y devoró también los pozos de luz y una terrible oscuridad cayó sobre Valinor. Así, la luz de los Árboles desapareció del mundo entero, excepto de las tres joyas llamadas Silmarils que habían creado los elfos de Eldamar, en las cuales se conservó sólo un poco. Pero Melkor, aunque no las destruyó, se llevó también estas gemas, y estos Silmarils fueron la causa de la larga y desastrosa guerra de las Joyas, que se libró durante toda la edad siguiente.

Entristecidos, los valar regresaron a los Árboles y volvieron a llamar a Yavanna y a Nienna. Yavanna entonó la canción verde sobre los Árboles muertos y Nienna derramó lágrimas desconsoladas; de los carbonizados restos brotó un único fruto dorado y una única flor plateada, que recibieron los nombres de Anar, el Fuego de Oro, e Isil, la Refulgente. El «Narsilion» narra cómo Aulë el Herrero fabricó grandes faroles en torno a estas radiantes luces para que no se apagaran. Manwë los consagró y Varda los elevó a los cielos y les asignó un recorrido sobre todas las tierras de Arda. De esta forma, los pequeños fragmentos de la luz viva de los Árboles de los valar vinieron al mundo y fueron llamados Sol y Luna. Arien, el espíritu maia del fuego, conduce al Sol, Anar, que se llama también Vása, «corazón de fuego»; y Tilion, el cazador maia, conduce a la Luna, Isil, la flor plateada, que también se llama Rána.
Los Árboles no permanecieron en el mundo tan sólo gracias a esta luz, pues Yavanna creó el árbol Galathilion a imagen de Telperion, aunque no irradiaba luz. Entregó este árbol a los elfos de Tirion, que lo conocieron como el Árbol Blanco de los eldar. En Eldamar crecieron y todavía siguen creciendo muchos otros árboles nacidos de sus semillas. Uno de ellos era Celeborn, que floreció en Tol Eressëa y del cual provenía la semilla que entregaron los elfos a los hombres de Númenor y que luego se convertiría en el árbol llamado Nimloth el Blanco, el Árbol Blanco de Númenor, que creció en el patio real hasta que el rey Ar-Pharazôn lo destruyó. Con ese acto, la isla de Númenor quedó condenada. Sin embargo, los príncipes de Andúnië habían extraído ya un vástago de Nimloth, y antes de la caída de Númenor un príncipe llamado Elendil el Alto llevó ese vástago a la Tierra Media. Su hijo plantó el descendiente de Nimloth en Minas Ithil, en Gondor, y los Árboles Blancos de Gondor crecieron allí hasta la Cuarta Edad del Sol. Si bien por tres veces un árbol blanco murió a causa de una plaga o de la guerra, siempre se encontraba algún vástago y la línea sucesoria no se interrumpió nunca. Estos Árboles Blancos constituían para los hombres mortales un vínculo vivo con los tiempos más antiguos de las Tierras Imperecederas, así como un símbolo de la nobleza, la sabiduría y la bondad de los valar.

ARATAR

Entre los Poderes de Arda se hallan los valar, ocho de los cuales reciben el nombre de aratar, «los exaltados». Su poderío supera con amplitud al de todos los demás de las Tierras Imperecederas. Manwë. el Rey del Viento, y Varda, la Reina de las Estrellas, son dos aratar que viven en Ilmarin, las «mansiones de los altos aires» de Taniquetil. Otros dos, llamados Aulë el Herrero y Mandos el Juez, viven en estancias subterráneas, mientras que Yavanna, que es la Reina de la Tierra, y Oromë, el Señor del Bosque, viven al aire libre. Otro es Ulmo, el Señor de las Aguas, que habita los mares. El último aratar es Nienna, la Plañidera, que mora en una gran casa del lado occidental desde la cual contempla la Puerta de la Noche.


GRIFO

Clasificación del MM: XXXX
El grifo apareció en Grecia. Las patas frontales y la cabeza son las de un águila gigante; el cuerpo y las patas traseras, de un león. Al igual que las esfinges (véase el epígrafe correspondiente), con frecuencia los grifos son empleados por los magos para custodiar tesoros. Pese a que estas criaturas son feroces, un puñado de magos virtuosos han llegado a trabar amistad con alguno. Los grifos se alimentan de carne cruda.


GRAPHORN

Clasificación del MM: XXXX
El graphorn se encuentra en regiones montañosas de Europa. Es grande y jorobado, de color púrpura plomizo. Camina sobre grandes zarpas de cuatro dedos y tiene dos cuernos muy largos y afilados y una naturaleza extremadamente agresiva. Algunas veces se ven trolls de montaña montando sobre ellos, aunque los graphorns no parecen aceptar con agrado ese intento de domesticarlos y es mucho más común ver a un troll con cicatrices infligidas por estas criaturas. Su cuerno, pulverizado, se utiliza en muchas pociones, pero su precio está por las nubes debido a las dificultades que entraña obtenerlo. La piel del graphorn es más gruesa que la del dragón y repele la mayoría de los hechizos.

GORROS ROJOS

Clasificación del MM: XXX
Son criaturas semejantes a los enanos, que viven en los hoyos de antiguos campos de batalla o en cualquier otro lugar donde se haya derramado sangre humana. Es fácil repelerlos con encantamientos y maldiciones, pero son muy peligrosos para los muggles solitarios. Si un gorro rojo da con un muggle en una noche oscura, tratará de golpearlo con su maza hasta matarlo.
Se concentran principalmente en el norte de Europa.


GNOMO

Clasificación del MM: XX
Los gnomos son una plaga de jardín muy común: se encuentran por todo el norte de Europa y en Norteamérica. Pueden alcanzar treinta centímetros de altura y tienen una cabeza desproporcionadamente grande y pies huesudos y fuertes. Para desgnomizar un jardín hay que agarrar a los gnomos y voltearlos, como si se fuera a echar un lazo, hasta que estén mareados; a continuación hay que lanzarlos por encima de la cerca. Como alternativa, puede usarse un jarvey, aunque en la actualidad la mayoría de los magos considera que este método para mantener a raya a los gnomos es demasiado brutal.


GLUMBUMBLE

Clasificación del MM: XXX
Establecido en el norte de Europa, el glumbumble es un insecto volador, de cuerpo peludo y gris, que produce una melaza que induce a la melancolía y se usa como antídoto para la histeria derivada de la ingesta de hojas de alihotsy. Algunas veces infestan colmenas de abejas, con efectos desastrosos para la miel. Los glumbumbles anidan en lugares oscuros y cerrados, como árboles huecos y cuevas. Se alimentan de ortigas.


GHOUL

Clasificación del MM: XX
Pese a que tiene un aspecto horrible, el ghoul no es una criatura particularmente peligrosa.
Parece un ogro algo baboso, con los dientes torcidos hacia fuera, y generalmente reside en los desvanes o graneros de los magos, donde come arañas y polillas. Gime y en ocasiones arroja objetos, pero suele ser muy tonto; en el peor de los casos, gruñirá de manera alarmante ante cualquiera que tropiece de forma accidental con él.
En el Departamento de Regulación y Control de las Criaturas Mágicas existe una Fuerza Operativa Antighouls que se dedica a erradicarlos de las viviendas que han pasado a manos de muggles, pero en las familias de magos el ghoul se convierte a menudo en tema de conversación o incluso en mascota.

GENTE DEL AGUA



Clasificación del MM: XXXX
(También conocida como «sirenas», «selkies» y «merrows» )
Hay gente del agua por todo el mundo, pero varían en apariencia casi tanto como los seres humanos. Sus prácticas y costumbres tienen un halo de misterio equiparable al que rodea a los centauros, aunque aquellos magos que han aprendido sirenio hablan de comunidades sumamente organizadas que varían de tamaño según el hábitat y que, en algunos casos, disponen de viviendas construidas con mucho esmero. Como los centauros, la gente del agua ha rechazado el estatus de «seres» en favor de la clasificación de «criaturas» (véase la Introducción).
El pueblo de la gente del agua más antiguo del que hay constancia se sitúa en Grecia. Es en las aguas templadas de ese país donde podemos encontrar a las bellas sirenas que la literatura y la pintura muggles han retratado en tantas ocasiones. Los pueblos de Escocia (selkies) y de Irlanda (merrows) son menos agraciados, pero comparten ese amor por la música que es común a toda la gente del agua.




FWOOPER

Clasificación del MM: XXX
El fwooper es un pájaro africano que exhibe plumajes de colores intensos; los hay anaranjados, rosados, verde lima y amarillos. Este animal ha sido durante mucho tiempo proveedor de plumas de fantasía y sus huevos también llaman la atención por los dibujos de vivos colores de la cáscara. Aunque al principio resulta agradable, su canto acaba por volver loco a quien lo escucha.[18] En consecuencia, el fwooper se vende con un encantamiento silenciador que es preciso reforzar todos los meses. Para ser dueño de un fwooper hay que tener una licencia, ya que estas criaturas requieren un cuidado responsable.


FENIX

Clasificación del MM: XXXX
El fénix es un magnífico pájaro rojo, del tamaño de un cisne, con una gran cola dorada, pico y garras del mismo color. Anida en la cima de las montañas y se encuentra en Egipto, la India y China. El fénix puede llegar a vivir muchísimo tiempo, ya que se regenera: estalla en llamas cuando su cuerpo comienza a decaer y resurge de las cenizas como un polluelo.
El fénix es una criatura amable, de la que nunca se ha sabido que matara, y sólo come plantas. Como el diricawl (véase antes), puede desaparecer y aparecer a voluntad. El canto del fénix es mágico: tiene fama de aumentar el valor de los puros de corazón y de infundir temor en el de los impuros. Sus lágrimas tienen grandes propiedades curativas.





El fénix tiene la clasificación XXXX, no porque sea agresivo, sino porque muy pocos magos han logrado domesticarlo.





ESFINGE

Clasificación del MM: XXXX
La esfinge egipcia tiene una cabeza humana en un cuerpo de león. Durante más de mil años ha sido usada por magos y brujas para cuidar valiosos y secretos escondites. Sumamente inteligente, la esfinge se deleita con acertijos y enigmas.
Por lo general, sólo es peligrosa cuando lo que custodia es amenazado.



EL LIBRO DE SAN CIPRIOANO




Quizá no haya habido nunca un libro más codiciado y buscado, ni que despertase más pasiones y deseos de poseerlo, hasta el punto de que mucha gente cayera en la locura, enfermase gravemente o se arruinara económicamente, sólo por intentar conseguir un ejemplar del mismo o por poner en práctica los rituales que en él se contenían. Estamos hablando del Libro de San Cipriano, popularmente conocido como Ciprianillo.

Operacion San Cipriano


El Libro de San Cipriano es un grimorio, es decir, un libro que recoge fórmulas mágicas, atribuido a San Cipriano de Antioquia, el santo mago por excelencia, y en el que una parte fundamental se ocupa del desencanto de tesoros, incluyendo también, en muchas de sus ediciones, una lista de tesoros del Reino de Galicia y de partes de Portugal, con localizaciones detalladas de dónde encontrarlos.




Complementos Mágicos

EL LIBRO DE SAN CIPRIANO (I)

Quizá no haya habido nunca un libro más codiciado y buscado, ni que despertase más pasiones y deseos de poseerlo, hasta el punto de que mucha gente cayera en la locura, enfermase gravemente o se arruinara económicamente, sólo por intentar conseguir un ejemplar del mismo o por poner en práctica los rituales que en él se contenían. Estamos hablando del Libro de San Cipriano, popularmente conocido como Ciprianillo.

El Libro de San Cipriano es un grimorio, es decir, un libro que recoge fórmulas mágicas, atribuido a San Cipriano de Antioquia, el santo mago por excelencia, y en el que una parte fundamental se ocupa del desencanto de tesoros, incluyendo también, en muchas de sus ediciones, una lista de tesoros del Reino de Galicia y de partes de Portugal, con localizaciones detalladas de dónde encontrarlos.

Parece que no hay testimonios de gente que se hiciera rica gracias al Ciprianillo, aunque seguramente lo que pasó fue que, quienes se hicieron ricos por estos medios, lo mantuvieron en silencio para evitar robos, como pasa hoy en día con los ganadores de la lotería. Sin embargo muchos de los inicialmente felices poseedores del libro, después no lo fueron tanto, ya que agotaron capital y salud buscando los magníficos tesoros prometidos. Esto fue especialmente cierto en Galicia, donde abundaron los casos de gente que adquiría algún ejemplar, pagando grandes sumas de dinero que juntaban, a menudo, vendiendo toda su hacienda. El escritor e historiador orensano Vicente Risco relata en su trabajo “Los tesoros legendarios de Galicia” publicado en 1950 en la “Revista de Dialectología y Tradiciones Populares”, que en los años 20 y 30 del siglo XX se llegaba a pagar en Galicia 500 ptas. por un libro que adquirido en Portugal o Brasil podía valer 3 o 4 ptas. Toda esta especulación económica llevó al historiador gallego Bernardo Barreiro a publicar, en 1885, en su obra “Brujos y astrólogos de la Inquisición y el Libro de San Cipriano”, una versión muy parcial del mismo, con el fin de que toda la gente lo pudiera adquirir a un precio popular y vieran además lo absurdo de su contenido, destruyendo así su fama y que la gente dejara de buscar tesoros.

En Galicia circularon leyendas que situaban dicho libro en algún departamento reservado de la Biblioteca de la Universidad (según otros de la Catedral) de Santiago, donde se encontraba encadenado para que ningún incauto lo pudiera abrir y leer su contenido (y suponemos que para que el libro no pudiese escapar de allí). El propio Bernardo Barreiro cuenta que cuando estuvo trabajando en el Archivo de Simancas (Valladolid) iban hasta allí paisanos a pedirles una copia del famoso libro y que, ante la respuesta de que allí no se encontraba ningún Libro de San Cipriano, la gente se mostraba recelosa y era muy difícil de convencerles de ello, aunque se les dijera, incluso, por los propios empleados que si hubiera allí algún Ciprianillo, ellos ya serían ricos y no estarían trabajando en aquel sitio.

La figura de San Cipriano

El santo al que se le atribuye la redacción del libro es, San Cipriano de Antioquia, que vivió en el S. III D.C. (no tiene nada que ver con San Cipriano, Obispo de Cartago, con el que a menudo es confundido). El relato de la vida de San Cipriano más conocida (aunque ya hay citas en el s. IX) es la recogida en las diversas obras publicadas con el título de Flos Sanctorum (entre ellas la del padre jesuita Pedro de Ribadeneyra editada en Madrid 1599-1601). Según estos relatos, San Cipriano nació en Antioquía, entre Siria e Arabia; sus padres, idólatras y poseedores de grandes riquezas, lo destinaron, por sus cualidades, al culto de los falsos dioses. Fue hombre de gran cultura, viajó mucho (por Grecia, Egipto, la India y Caldea) y llegó a ser un profundo conocedor de las artes mágicas. A los treinta años se convierte al cristianismo, gracias a la predicación de Antipo, Obispo de Antioquía y por culpa de un episodio que le ocurrió: un joven llamado Aglaide se enamora de Justina y la pide en casamiento, que ella rechaza por estar consagrada a Jesucristo. Aglaide recurre a Cipriano para que Justina se rinda a sus deseos, lo que intenta con todas las artimañas posibles, sin resultado. Entonces Cipriano invoca a Lucifer para que le diga por qué son inútiles todos los sortilegios que hace a Justina, y Lucifer le responde que el Dios de los cristianos es el señor de todo lo creado, estando él también sujeto a su poder, de forma que no podía hacer nada contra quien hiciese el signo de la Cruz.

Entonces San Cipriano renegó de él y se convirtió al cristianismo, abandonando la práctica de la magia, no sin antes, según la tradición popular, recoger en un libro todos sus conocimientos mágicos. Posteriormente Cipriano y Justina llevaron una vida de oración y predicación del cristianismo, hasta que el juez Eutolmo los mandó al suplicio metiéndolos en tinas de pez ardiendo, de las que salieron ilesos. Ante semejante milagro, Atanasio, gran sacerdote pagano y discípulo anterior de Cipriano, creyendo que era un truco, se arrojó al tonel, y murió quemado en el acto. Cipriano y Justina fallecieron decapitados el 26 de Septiembre en los márgenes del río Gallo en la ciudad de Antioquia y sus reliquias fueron repartidas entre Roma (iglesia de San Juan de Letrán), Toulouse, y la catedral de León. La fama de San Cipriano como mágico se extendió por toda la cristiandad y pasó posteriormente a la memoria popular, poniéndolo al mismo nivel que otros famosos magos de la Antigüedad, como Simón el Mago o Salomón, a los que también se les atribuye la autoría de numerosos libros mágicos. Para darnos cuenta de la popularidad del santo y la vigencia de su leyenda, que fue transmitida de forma popular durante siglos hasta hace muy pocos años, basta con mencionar que circularon pliegos de cordel con su vida en verso.

A San Cipriano, además, se le hizo patrón de las artes mágicas, de los hechiceros y de las brujas, y su nombre estuvo vinculado a numerosas prácticas mágicas, tanto conjuros como oraciones, como atestigua la famosa Oración de San Cipriano, y que vale para protegerse de maleficios de cualquier tipo. Los estudiosos consideran asimismo la historia de San Cipriano como uno de los más directos antecedentes del desarrollo de la historia de otros magos famosos, como por ejemplo, Fausto, cuyos primeros relatos datan del s. XVI.

En Cataluña la devoción al Santo debió ser muy popular ya que Palau cita ocho folletos publicados de la Oración de San Cipriano, a veces acompañada de la Oración a la Santa Cruz de Caravaca, escritos en catalán y en castellano. De estas obritas reproducimos la portada de la editada en Manresa, por la Sociedad Editorial Manresana.

El libro de San Cipriano y los libros de magia

El libro de San Cipriano se encuadra perfectamente en la categoría de los grimorios o libros de nigromancia, lo que significa que es un libro de magia ritual dedicado a la magia negra. Aunque gran parte del mismo se dedique a la magia blanca (curación de enfermos, etc.), lo cierto es que en todos ellos aparece, aunque sea una mínima parte de magia negra, lo que hace que caigan directamente en dicha categoría.

Anula y desvanece, Altísimo Dios Creador Nuestro, + por las oraciones de los Ángeles buenos y por los Santos que te rodean, todos los sortilegios y ligaduras que se han hecho o hagan (de día o de noche) por hombres infames y mujeres perversas contra tu siervo. Y que sus enemigos y contrarios sean malditos... Y que sea desembrujado de cualquier maleficio hecho por invocación + virtudes y potestades infernales, ya sea hecho por figuras grabadas en oro, plata, cobre, estaño, hierro, plomo u otro metal cualquiera; ya sea por huesos de muerto, de hombre, o animal de cuatro patas, o de aves nocturnas; asimismo si fuera hecho el embrujamiento con pedazos de lana, de lino, de seda, de algodón o de cáñamo, pertenecientes a un muerto o a una persona viva, sana o enferma; o con cabellos o uñas de cristiano, de moro, de judío o de hereje; o bien fuesen enterrados en sepultura de gigantes, o de hebreos, o de sarracenos, o de cristianos, y los que están hechos en piedra, o en madera, o en hierbas, o en agua (de mar o de río), y asimismo los maleficios por medio de libros o palabras o en estatua, de metal o de cera, o en sig­nos dibujados en pergaminos; y también los hechos en montañas o en valles, en fortalezas o en castillos de moros; en campos o en viñas; en bosques o en selvas; junto a un árbol o bajo una mata o bajo una piedra; en cabaña o en casa de campo; en la pared de una iglesia, convento o ermita; en el lecho; o en el pozo de una casa; o en cualquiera otro sitio de la tierra elevado o profundo; asimismo los que se dan en comida o en bebida, o se pudren en aguas corrompidas, o se consumen o han sido consumidas por el fuego. +Oh, Dios santo, Dios poderoso, bueno y terrible! Haz que desaparezcan y queden deshechas todas las malas cosas dichas y hechas de Levante a Poniente... librando de todo mal y peligro, de vientos y pedriscos, de aguaceros y turbiones, de rayos y centellas, de fantasmas y visiones, de emboscadas y traiciones, de dagas y cuchillas y de toda cosa mala. + Gloria a! Padre, + Gloria al Hijo, + Gloria a! Espíritu Santo. + Amen.


Y0 no conocía tu Nombre santo y terrible, Altísimo Señor; mas ahora sé que eres Dios fuerte, Dios grande, Dios omnipotente, Dios sempiter­no. + Yo ataba las nubes e impedía cayese la Lluvia sobre el haz de la tierra, y la hierba de la tierra se secaba, y los árboles no daban fruto, y las mieses se marchitaban en los campos. Yo pasaba por en medio de un rebaño y las bestias se dispersaban y se perdían. Yo encantaba a un hombre, a una mujer, a un niño, solo con un rayo de mi mirada; mi poder para el mal era muy grande, pero hasta ahora no he conocido la ciencia secreta del bien, +oh grande y podero­so Señor! + +Oh, Dios omnipotente y sempiterno! Yo te ruego concedas a tu humilde siervo Cipriano que todo hombre o mujer que rezare devotamente mi oración se vea libre de hechizos, posesiones, sortilegios, encantamientos y otras malas artes de brujería, así como le preserves de tempestades, terremotos, huracanes, rayos e incendios. + Amen.

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Cihuateteo

Son la reencarnación femenina de las mujeres nobles que perdían su vida en labores de parto, las cuales guiaban al sol, junto a su v...