El más antiguo de los dioses, según ciertos sirios y persas, su nombre está compuesto de las 7 letras griegas cuyo valor numérico es igual a 365. Los Basilidianos, herejes del siglo II, le hacían el jefe de 365 genios que regían los días del año. Había enviado a Cristo a la tierra como un «espectro benévolo». Su nombre ha dado al Abracadabra mágico llevado como filactería. En demonología, ha pasado a ser un demonio coronado, con cabeza de gallo, grueso vientre, pies de serpiente y cola raquítica, que lleva un látigo. También conocido como Abracax.
La palabra Abraxas (cuyo significado y etimología son
desconocidos) era un término que se grababa en ciertas piedras antiguas,
llamadas Piedras Abraxas, y que las sectas gnósticas solían usar como talismán.
Se creía que Abraxas era el nombre de un dios que representaba el Bien y el
Mal, un dios y deidad adorada representante del fuego. Este término fue usado
por los Basilideanos, una secta gnóstica del siglo II, para nombrar al ser
supremo o dios que ellos adoraban. Abraxas fue también considerado un dios egipcio.
Es probable que la mística palabra abracadabra fuera derivada de tal nombre,
aunque existen algunas otras explicaciones al respecto.
En otras culturas se lo conoce como Abraxis, Rasaxe, Baech,
Avichehem, Avichaem y Anusix.
Características
Esta secta gnóstica creía que la tierra había sido creada
por él. Pensaban, de igual forma, que su nombre encerraba grandes misterios
debido en parte al hecho de que las siete letras griegas que lo componen (ἄβραξας)
suman un total de 365, la cifra de los días del año. Se creía, además, que
comandaba a sólo 3 dioses, cada uno de ellos poseedor de una virtud, también se
sabe que era adorado por los cainitas.
Sus adeptos aseguran que en sus manifestaciones suele ser
amable y piadoso con aquellas personas a quien considera buenas y despiadado
con aquellas a quien él considera malas. Por otro lado, los mitologistas
antiguos colocaban a Abraxas entre los dioses egipcios, y algunos demonólogos
lo suelen citar como un demonio con la cabeza de un rey o de un gallo y con
serpientes en lugar de piernas (el Anguípedo). Ha sido representado en amuletos
(que los Basilideanos solían llevar) portando un garrote en sus manos e
incluyendo en ellos, a su vez, el número 365.
Según los demonólogos se manifiesta de distintas formas,
inscripciones en el suelo, paredes, puertas, y hasta en el cuerpo de quien lo
invoca por ayuda. generalmente con símbolos y dibujos, rara vez entabla
conversación con su víctima a quien no dejará hasta cumplirle su petición o
deseo a menos que se lo pida, pero sólo obedece a aquellas personas a quien
considera buenas; si quien le ordena es una persona mala, sólo logrará
enfurecerle.
El símbolo de Abraxas es un círculo partido a la mitad en
forma diagonal Ø (alegorizando la unión hombre-mujer), también se lo representa
con una balanza nivelada con dos cabezas de águila.
En la literatura
Según Hermann Hesse, en su obra Demian, Abraxas es un dios
que une simbólicamente lo divino con lo infernal, lo bueno con lo malo, la vida
con la muerte, ese fuego filosofal que une al hombre con la mujer. Venera las
dos partes. Es la unión sagrada, es la ambigüedad de la existencia. Nombra a
este dios con la siguiente cita: "El pájaro rompe el cascarón. El cascarón
es el mundo. El que quiere nacer tiene que romper un mundo. El pájaro vuela
hacia dios, el dios se llama Abraxas."
” El pájaro rompe el cascarón. El huevo es el mundo. Quien
quiere nacer tiene que romper un mundo. El pájaro vuela hacia Dios. El Dios es
Abraxas. “
Estas frases de Hermann Hesse, en su novela “Demian”, son posiblemente la referencia
moderna por la que más gente se ha interesado por este Dios o ser de la
mitología antigua. En la figura de Abraxas confluye todo; el bien y el mal, la
luz y la oscuridad, la sabiduría y la ignorancia, el amigo y el traidor. Por lo
tanto, Abraxas es Dios y Demonio al mismo tiempo.
También llamado Abrasax o Abracax, por los etruscos, y
Abrxia, por los druidas celtas, este Dios es de origen Gnóstico y se suele
representar con la figura de un ser con cabeza de gallo y con dos serpientes
con cabeza en lugar de piernas. La mayoría de veces con armadura en el pecho y
siempre con armado de látigo y escudo. La palabra Abraxas es simbólica pues
cada una de las letras correspondía con uno de los planetas conocidos en
aquella época y la suma de sus letras dan 365, el equivalente a un año. Es
posible que los primeros Gnósticos tomaran esta Deidad del Dios egipcio abrak
sax, que significaba “Palabra sagrada”. Y también es muy posible que la famosa
frase abracadabra, que todos hemos dicho y escuchado en muchas ocasiones
provenga de este Dios.
Los Basilidianos pensaban que Abraxas creó el mundo y que
posteriormente fue expulsado por Jesucristo.
En términos demonológicos de la edad media, el personaje de
Abraxas cambia su perfil para convertirse en un ser grotesco con cabeza de
dragón coronada y cuerpo deforme, manteniendo tan solo las serpientes como
piernas y el látigo de la figura gnóstica.
Sin duda, un personaje de la mitología bastante desconocido
pese a su importancia en tiempos pasados. La unión en un solo ser de todos los
poderes divinos, quizás equilibrados, quien sabe, pues de existir alguna vez,
la unión de lo divino y lo demoniaco en un solo ente podría tener consecuencias
inimaginables.
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