lunes, 6 de mayo de 2019

LOS ARGONAUTAS




Los Argonautas es el nombre con que se conoce en la mitología griega a los héroes que acompañaron a Jasón a la conquista del vellocino de oro. El nombre les viene de la nave en la que emprendieron la expedición, la Argos, que a su vez le viene del constructor de la misma, Argos.

Eson  rey de Yolcos en Tesalia es despojado de su trono por su hermano Pelias. Años después el hijo y heredero del Eson, Jasón, acudirá a su patria a reclamar el trono. Para hacerse digno se le encomienda la tarea de recuperar el mítico vellocino de oro, mágica piel áurea de cordero que se encontraba en las lejanas y peligrosas tierras de la Cólquide.

Jasón hace una convocatoria para que todos los héroes que deseen seguirle a la Cólquide se le unan. No hay un completo acuerdo del número ni de los nombres de todos sus participantes, pero la lista más completa es la que sigue:

Acasto, Actor, Admeto, Anceo hijo de Licurgo, Anceo hijo de Poseidon, Anfidamante, Anfión, Areo, Argos hijo de Arestor, Argos hijo de Frixo, Ascálafo, Asclepio,  Asterio,  Asterion, Atalanta, Augías, Autólico, Butes, Calais, Canto, Castor, Cefeo, Ceneo, Clitio, Corono, Dáscilo, Deileonte, Deucalión, Equión, Ergino, Eribotes, Estáfilo, Etálides, Eufemo, Eumedonte, Euríalo, Euridamente, Euritión, Eurito, Falero, Fano, Filamón, Filoctetes, Fliante, Flogio, Foco, Glauco, Heracles, Hilas, Hipálcimo, Idas, Idmón, Ificlo hijo de Fílaco, Ificlo hijo de Testio, Ifis, Ifito hijo de Eurito, Ifito hijo de Naubolo, Jasón, Laertes, Laoconte, Laódoco, Leito, Linceo, Meleagro, Menecio, Mopso, Nauplio, Neleo, Nestor, Oileo, Orfeo, Palemonio, Peante, Peleo, Penéleo, Periclímeno, Pirítoo, Pólux, Polifemo, Príaso, Tálao, Telamón, Teseo, Tideo, Tifis, Yálmeno, Yolao, y Zetes.

Una vez reunida una tripulación y construido un barco: el Argos, comienza la aventura. El grupo de héroes griegos se lanza a la navegación por mares entonces poco explorados enfrentándose a todo tipo de peligros y aventuras hasta conseguir regresar victoriosos a casa con el ansiado trofeo.

En un antecedente del viaje de Colón, un grupo de griegos realiza una hazaña sin precedentes en Occidente, y quizás por motivos similares, la búsqueda de nuevas rutas comerciales. La tradición oral posterior convertirá el viaje exploratorio en una aventura sin parangón. Los mejores de cada ciudad griega enfrentados a los peores enemigos y a los peligros más extremos: gigantes de bronce, aves asesinas, harpías despiadadas, dragones, sirenas, escollos insalvables. Pero también se encontraran con bellas y complacientes mujeres y aliados inesperados. Perderán compañeros en el viaje, algunos morirán, otros abandonarán la expedición, y en su lugar nuevos amigos ocuparan los bancos del Argos, e incluso algunos hallarán el amor.       

Si algún amante de la cultura clásica  aún no ha leído alguna de las versiones del mito que existen no sé a qué está esperando. Pero no vale hacer trampas: primero hay que leer el libro, las versiones para el cine y la televisión deberían esperar, os aseguro que las disfrutareis el doble.


LOS ARGONAUTAS EN LA LITERATURA

En la Literatura  destaca por encima de todas la obra de Apolonio de Rodas "El viaje de los Argonautas". Apolonio fue un poeta griego (295-215 a.C.) que posiblemente naciera en Alejandría, a pesar de su nombre, pues en Rodas fue donde pasó la mayor parte de su vida. Trabajo como bibliotecario de Tolomeo II, y educó a su hijo Tolomeo III. Escribió numerosos libros de gramática, pero su gran libro fue el poema épico sobre los argonautas. Se dice que discutió con su maestro Calímaco, y que sufrió las burlas de sus colegas por la obra que había escrito. A disgusto con el ambiente en Alejandría, pues se llevaba mal con Berenice, la esposa de Tolomeo III, se exilió a Rodas donde corrigió y prácticamente reescribió el poema que entonces se convirtió en lo que hoy denominaríamos un éxito de ventas.

Los romanos tan aficionados a seguir los pasos de los griegos no iban a dejar escapar un tema como el de los argonautas, y como hacen los americanos versioneando a su gusto las películas europeas de más éxito, ellos hicieron lo mismo con el poema de Apolonio. "Las Argonáuticas" es una obra compuesta en la segunda mitad del siglo I por el escritor romano Valerio Flaco. Tiene una extensión de 5597 versos divididos en ocho libros, y quedó incompleta por la muerte de su autor antes de finalizarla. Era un libro desconocido que que apareció en 1416 en un manuscrito en la abadía de San Galo (Suiza). El autor que escribe durante la época Flavia en Roma, sigue los dictados de su época, y aunque copia la obra del griego Apolonio, introduce elementos propios del mundo y gusto romano, con disgresiones retóricas y mitológicas, Valerio Flaco también busca un mayor sentido del dramatismo y de los sentimientos. Seguramente el descubrimiento y difusión del manuscrito en el Renacimiento serviría como fuente de inspiración de numerosos artistas que usarían sus episodios como tema iconográfico para sus obras.

En 1944 el escritor británico Robert Graves se decidió a actualizar el mito de los argonautas en un bello libro titulado "El Vellocino de oro". Pero el poeta y erudito inglés despojó al mito de sus elementos mágicos. Son los hombres los que emprenden la expedición, ni dioses, ni semidioses campean por la novela, sólo valerosos mortales dispuestos cada uno de ellos a enfrentarse a lo desconocido. También opta por una selección de navegantes personal y no siempre coincidente con los escritos anteriores, aunque siempre respetando el espíritu del mito. Los personajes no son meros comparsas de Jasón, y muchos de ellos están perfectamente identificados y con una personalidad bien definida. Siguiendo la tradición de Graves de explicar los mitos desde un punto de vista real e histórico, los episodios más legendarios de la aventura se intentan narrar desde un punto de vista racional. A pesar de todo lo dicho el libro es una auténtica delicia que traspira amor por el mito clásico en todas sus páginas.

LOS ARGONAUTAS EN EL CINE Y LA TELEVISIÓN


El héroe greco romano por excelencia era para todos el increíble Hércules, o Heracles para los griegos. En la aventura de los argonautas  Heracles les acompañará en la primera parte, para luego abandonar el barco. Pero en el cine las películas de Hércules con Steve Reeves nos presentaban al héroe viajando en sus aventuras en compañía de los argonautas. "Hércules"(1958) y "Hércules y la reina de Lidia" (Hércules Unchained 1959) son las dos películas que introducen el mítico viaje en el cine, iniciando una auténtica avalancha de films del género de sandalias, de romanos, o "peplum", que de esas y otras formas dio por llamárseles a estas películas. En los films dedicados al semidios, los expedicionarios de la Argos son en ocasiones meras comparsas del héroe, aunque algunos de ellos llegan a tener más interés que el propio protagonista. Si algo le debemos a las películas protagonizadas por Reeves es despertar la curiosidad de los espectadores por conocer más acerca de estos personajes que acompañan al protagonista en sus aventuras, y saber cuanto de lo que nos cuentan está basado en los originales mitos griegos.


En 1963 se realiza una divertida película con el genial Ray Harryhausen a cargo de los efectos especiales "Jasón y los Argonautas". El film se ha convertido en una película de culto para los aficionados, y aún hoy en día a pesar de los años transcurridos sigue siendo una de las mejores películas sobre mitología que se hayan realizado.

Con actores no excesivamente conocidos esta coproducción inglesa y americana constituye uno de los éxitos del momento. En ella bajo la dirección de Don Chaffey participan Todd Armstrong y Nancy Kovack en los principales papeles. Queda para el recuerdo escenas como la lucha con los esqueletos, o la secuencia de Poseidón separando las rocas Cianeas.

Dirigida por Don Chaffey y con una duración de 104 minutos, "Jasón y los Argonautas" se convirtió en una película clásica del genero "peplum", cuyo final abierto parecía indicar la posibilidad de continuar en el futuro las aventuras de los héroes griegos.


En el año 2000 con más medios y para televisión se realizó otra película, de nuevo "Jasón y los argonautas" con más medios, pero no tan entrañable como la de 1963.  Titulada en España: "Jasón y los Argonautas. En busca del Vellocino de oro", en ella ya participan en papeles secundarios actores muy conocidos como Dennis Hooper en el papel de Pelias, Frank Langella como Eetes, o Derek Jacobi, el Claudio de toda la vida, como Fineo. Dirigida por Nick Willing se presentó con una duración total de 180 minutos dividida en dos episodios.  

En esta ocasión los efectos especiales son realizados por ordenador, y se busca una estética diferente a la de la película de 1963. Se individualiza mejor a los personajes, y se aumenta el número de héroes y dioses implicados en la aventura. Incluso se busca localizaciones en Turquía que son hábilmente modificadas por ordenador. En cambio los heroes retratados en la miniserie no se parecen en nada a los protagonistas de los mitos: un Orfeo negro, unos Diéscuros rozando la estupidez más absoluta, e incluso un Hércules un poquito descafeinado. Con el estreno el mismo año de "Gladiator", y el éxito de la miniserie televisiva "La Odisea" (1997) con Armand Assante en el papel protagonista, "Jasón y los Argonautas" seguía la estela que los precedentes le habían marcado; aún así el éxito fue menor.


En 1960 los italianos expertos en esto del cine de sandalias habían realizado su propia versión del viaje de los argonautas. "Los Gigantes de la Tesalia" fue una película dirigida por Riccardo Freda, director especializado en este tipo de films: (Spartaco, Maciste en el Infierno), en coproducción con los franceses. Con actores casi desconocidos y con una escasez de medios más que evidente, el resultado dista mucho de las películas americanas, pero cumple con su función. Con una duración de 98 minutos sigue el camino marcado por la película interpretada por Kirk Douglas en el año 1954 "Ulises" hasta el punto de que en ocasiones parece liarse un poco con las aventuras de cada cual. El cruce de King Kong y Polifemo en su época debió parecer el summum, pero hoy queda desfasado. Que Orfeo afirme ser príncipe de Esparta y vista como un egipcio son detalles han acabado por pasar factura a una película que en su momento cumplió con las escasas expectativas del público, pero que hoy para paladares más exquisitos y exigentes la hacen difícil de tolerar. Aún así el "peplum" italiano sigue teniendo para los aficionados un cierto encanto, aunque sólo sea por su capacidad de hacernos retroceder a las sesiones continuas de los cines de barrio, donde las películas "de romanos" se alternaban con las de vaqueros y similares.


Y LA EXPEDICIÓN LLEGÓ A LAS VIÑETAS

Como era de rigor un tema tan jugoso como la búsqueda del vellocino de oro por parte de la élite de la Grecia Mitológica no iba a quedar sin llevarse a las viñetas. Si contamos con que una parte de los integrantes de la expedición tenían poderes especiales: hablar con los animales, superfuerza, volar, adivinación, supervista, supervelocidad, ver el futuro, cambiar de forma, hechizar con música, y algunos más; nos encontramos con un antecedente de los supergrupos al estilo de Vengadores o Liga de la Justicia. De manera que tenemos a un grupo de superseres con una misión casi imposible, enfrentándose a monstruos, villanos y peligros múltiples, todo ello aderezado con luchas épicas, mujeres despampanantes, y monstruos feísimos, Si esto no es argumento para un cómic...
Y efectivamente los Argonautas también tuvieron sus trasuntos en lo que ahora llaman "banda diseñada" y que los más viejos llamábamos tebeos. Además de intervenciones en cómics de Hércules, y adaptaciones del mito y de las películas, Jasón y sus compañeros tuvieron serie propia, o mejor miniserie, pues después de adaptar la historia principal en el 2007 se atrevieron a realizar una especie de continuación, como parece ser que se pensó en principio para secuela de la película del 63. Dicha secuela comiquera tuvo el título de "Jasón y los argonautas: El Reino de Hades", y en ella se continúan las andanzas de los héroes con nuevos y viejos enemigos: Circe y unos porcotauros (¡Es en serio!), el gigantesco Talos, y por supuesto acaban descendiendo a los mismísimos infiernos, o en su defecto a su equivalente griego, el reino de Hades, donde continúan encontrándose con enemigos y aliados. 

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