El lamasu es un poderoso toro alado destinado a proteger templos y valiosos objetos sagrados.
Se dice de esta formidable criatura que consigue combinar la fuerza
del toro, la libertad del águila y la inteligencia del hombre, ya que
posee el cuerpo y los cuernos de un toro gris, las alas de un águila
gigante y la cabeza de un ser humano varón.
El lamasu asirio
En la antigua civilización asiria ya era conocida la figura del
lamasu, en ocasiones representado por un león alado en lugar de un toro.
Esto no es de extrañar si se tiene en cuenta que la figura del león
reflejaba el poder del soberano.
De hecho, se piensa que el lamasu con cuerpo de león es la versión mesopotámica de la esfinge que, siglos más tarde, la cultura griega rescató en su forma femenina.
En ambos casos, toro o león, este ser estaba considerado un espíritu
defensor y sus estatuas se destinaban a custodiar las entradas de
templos y palacios reales.
Características del lamasu
El lamasu es un verdadero protector contra el mal. Estas criaturas
tienen una habilidad especial para detectar el peligro acechando a seres
de buen corazón, y no dudan en atacar y enfrentarse a cualquier ser con
malvadas intenciones.
Son meditativos, tranquilos y solitarios. Habitan en templos
abandonados y alejados de la civilización. Cuentan con una enorme
sabiduría amasada durante años. Saben de leyes, orden y diplomacia, y
ofrecen sus conocimientos ancestrales a quienes los necesiten.
Poseen, además, capacidades mágicas que les permiten crear círculos
protectores, así como realizar conjuros que alejen el mal de otro ser.
Tienen también desarrolladas las habilidades curativas y regeneradoras.
Lamasu dorado
Se trata de una raza especial que procede de la unión del lamasu con
un dragón dorado. Este mestizo está envuelto en un aura dorada mágica y
su tamaño duplica al de un toro convencional.
El lamasu dorado tiene como única misión acabar con todo mal
existente. Para ello cuenta con una enorme fuerza y con los conjuros
propios de una criatura celestial. Puede bendecir, curar, usar la magia
de la luz y hasta pedir “auxilio divino”.
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