Un ettin es un malvado y maloliente gigante de dos cabezas.
Físicamente es muy parecido a un ogro;
cuentan con enormes colmillos y tienen la piel tan dura y grisácea que
parece cubierta de una capa de pelaje corto. Sin embargo, su tamaño
puede llegar a duplicar al de los ogros. De hecho, «ettin» viene del
inglés «eoten», una palabra en desuso que significa «gigante».
Lo más característico de estos seres es, sin duda, la doble cabeza.
Cada cabeza es independiente y dirige una parte de su cuerpo. De este
modo, la cabeza izquierda controla el brazo y pierna izquierdos, y la
derecha hace lo mismo con el brazo y pierna derechos. De ahí la
importancia de llegar a un acuerdo entre ambas cabezas, o el
resultado de los movimientos del ettin puede ser desastroso.
Sin embargo, la doble cabeza es más ventajosa de lo que pueda
parecer, ya que permite al ettin tener un mayor campo visual y facilita
el estado de alerta. Es muy difícil encontrar a un ettin desprevenido,
siempre están listos para la lucha.
Los ettin tienen un ataque muy poderoso puesto que están
especializados en armas de gran tamaño como el garrote y el mayal que,
además, pueden blandir en ambos brazos ya que cada cabeza coordina un
arma.
Igual que al resto de gigantes, les gusta habitar en colinas y
montañas, y hacen de las cuevas su hogar. Al ser seres solitarios, las
cuevas suelen estar ocupadas por un solo ettin, a menos que tengan
descendencia. En este caso, se ocupan del pequeño ettin durante los
primeros años de su vida, hasta que se consideran adultos.
Son poco inteligentes, apenas consiguen comunicarse con otros seres
y, si unimos esto a su poca sociabilidad, encontraremos que un ettin
tiende a mostrarse agresivo con casi cualquier ser que tenga delante.
Aunque es cierto que, en ocasiones, puede llegar a realizar tratos con ogros o con orcos, normalmente con fines perversos.
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