Son geniecillos con grandes alas verdes, y ojos del color de
las olas al desenredarse... Viven sobre la mar... en las nubes rojizas de
poniente. Ayudan a los pescadores viejos a recoger redes... a remar...
abrigándose con sus alas cuando hace frío, mientras ellos soplan suave brisa en
la vela de la barca.
Cuando algún pescador tiene problemas en el mar o está tan
agotado que no puede ya remar y su vida peligra, susurra estas palabras para
invocar la ayuda de los ventolines:
Ventolines, ventolines,
ventolines de la mar:
este viejo está cansado
y ya no puede remar.
Aparece entonces un enjambre de pequeñas criaturas que son
como diminutos angelitos, con unas alas grandes y verdes, que comienzan a
soplar con todas sus fuerzas la vela de la barca y acercan así al pescador en
apuros a tierra firme.
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