A muchas madres les preocupa... a veces... el color pálido
de sus hijos... y... lo achacan a que no comen bien... a que algo les ha
sentado mal... o... incluso a que han contraído una enfermedad desconocida.
En Cantabria hay otra razón para explicar estas anomalías en
la salud de los niños... ... La Guajona...La Guajona, que en otros tiempos
recibió el nombre de Lumia, es una vieja delgadísima y siniestra... tapada de
la cabeza a los pies con un manto negro...
Lo único que se le ve son las manos... renegridas y
sarmentosas, los pies... que en realidad son patas de pájaro... y la cara, una
cara amarilla, rugosa, consumida... sembrada de pelos y verrugas... con ojos
diminutos y brillantes como estrellas... nariz aguileña y una boca de labios
delgados y descoloridos en la que se ve un único diente, negro y enorme como un
puñal... pues le llega hasta por debajo de la barbilla...
La Guajona no vive de día y nadie sabe dónde se mete a la
luz del sol... aunque se cree que bajo tierra... Por la noche sale y pasa como
una sombra confundiéndose entre estas...
Entra en las casas
sin hacer ruido... se acerca a los niños y jóvenes sanos cuando están durmiendo
y les clava su diente largo y afilado en una vena... para de esta manera
beberles la sangre y dejarlos descoloridos y débiles... Es, por tanto... la
mujer vampiro de Cantabria.
A pesar de su crueldad, hay que decir que sus ataques no son
mortales y que esta especie de Drácula de la Montaña no mata a sus víctimas...
No hay comentarios:
Publicar un comentario