El Arquetu es un viejo de larga melena bermeja vestido con
un hábito blanco salpicado de pintas moradas. En la frente tiene una cruz verde
rodeada de llaves y candados pintados...
Lleva colgado al hombro derecho una taleguilla de color nube
y debajo del brazo izquierdo una arquita de oro con adornos de plata y bronce
pulido...
Anda muy despacio y nadie sabe de dónde viene ni a dónde
va...Le irrita que los hombres despilfarren su hacienda en juergas y vicios...
y recorre con su arquita los montes y valles de Cantabria ayudando a la gente y
dando consejos para que ni los pobres ni los ricos malgasten sus caudales...
Cuando algún desgraciado pierde sus bienes de tal manera y
se refugia en el monte muerto de vergüenza... tristeza y remordimiento... se le
aparece el Arquetu en algún sendero con su rostro severo y adusto... pero al
mismo tiempo con ojos de compasión...
Primero... le afea su conducta... pero luego... le consuela
y acaricia y... abriendo su arquita... le da unas onzas de oro para que...
arrepintiéndose de la mala vida que ha llevado... las invierta en su trabajo y
las haga fructificar. Pero, si el derrochador toma las monedas y se las gasta
en sus vicios... el Arquetu le condena a pasar el resto de sus días pidiendo
limosna por los caminos o a cosas peores.
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