Desde los inicios de la historia conocida, los seres diminutos o gnomos han ocupado una posición importante en las culturas populares del mundo. En otro tiempo, cuando todo árbol tenía un nombre, cuando cada siervo era reconocido individualmente, los gnomos progresaron y se multiplicaron en el campo y en las aldeas. Se les conocía y nombraba por su nombre propio y eran numerosos y muy poderosos, jugaban un papel muy importante en la vida cotidiana. En aquellos tiempos, los hombres no se consideraban los dueños absolutos de nuestro planeta. El mundo estaba poblado no sólo por los humanos sino también por los gigantes, dioses, monstruos, fantasmas , espíritus y elfos, mucho de ellos tan listos, poderosos y fuertes como el mismo hombre.
Con la difusión del Cristianismo, la creencia en los espíritus y en los "falsos" dioses fue desapareciendo, pero a pesar de todo ellos siguieron teniendo contactos con los humanos. Los elfos son espíritus tristes, vengativos, pesados, bromistas o llenos de odio, dependiendo de las circunstancias, polifacéticos como la propia naturaleza. Se les considera una 'fauna psíquica' que toma multitud de formas, apareciendo como bellezas iridiscentes, o como ancianos jorobados, como cabras , langostas, gatos, piedras, plantas , incluso como ráfagas de viento. Alcanzan medidas que van desde la talla de un hombre hasta la pequeñez de algunos que pueden esconderse tras una brizna de hierba.
Generalmente no están sujetos a las leyes materiales de nuestra existencia y a veces poseen la virtud de viajar instantáneamente a través de las dimensiones y desaparecen de repente. Debido a estas propiedades y características ha sido siempre difícil para los hombres poder ver a los elfos. Los niños poetas, los videntes, los curanderos, los magos, los alquimistas, o los que están dotados con el llamado 'Tercer Ojo' y están en paz con su entorno natural, han sido quienes históricamente han tenido más oportunidades de entrar en contacto con los gnomos y demás elfos. Los relatos de estos encuentros fueron al principio transmitidos por la tradición oral. Las drogas alucinógenas o venenosas, junto con complicados rituales de iniciación y experimentación, llevan mucho tiempo siendo usadas para facilitar la comunicación con los elfos y otros seres fantásticos; pero todas las descripciones coinciden en que el principal requisito previo para poder verlos es poseer una cierta afinidad emocional, algo así como un parentesco de sangre con ellos. Sin embargo, las relaciones sexuales o de otra clase con los elfos se han descrito como muy difíciles de mantener, debido a la existencia de numerosos tabúes.
Sólo a partir del siglo XIX se empezaron a transcribir narraciones de las historias orales más antiguas y a dejarse constancia de ellas mediante la escritura, y así se han conservado. Ahora que los gnomos se han retirado y retraído ante el hombre, a causa de sus ciudades ruidosas y contaminadas y de todo el daño que los humanos causan a la Naturaleza, aún es más difícil establecer contacto con ellos. Muchos relatos de encuentros recientes son tan fragmentarios que fácilmente se olvidan y quienes se encuentran realmente con un elfo, se inclinan a creer que su experiencia fue tan sólo una quimera o que la imaginación les jugó una mala pasada.
4 comentarios:
ME ENCANTAN LOS SERES FANTASTICOS Y ESTE PAGINA ESTA INCREIBLE¡¡¡¡
Tengo un duende y lo único que quiero es agradarle y que seamos buenos amigos, con esta pagina lo lograre, lo bonito es ver como el juega con mi gato, el duende que tengo en mi casa es priscob, apesar que es el de los deseos no le pediría nada de fortuna... solo que seamos amigos... es genial.
Ummm creo que depende, el duende que habita u habito en mi caa odiaba los gatos, se peleaba con él, lo escuche reir, y les hizo daño, pienso que es muy maligno o sus travesuras son demasiado malas.
Depende del duende, el que hay en casa, es algo maligno, odia los gatos, se peleo con ellos, los enfermo, creo que sus travesuras son malignas.
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