En la mitología griega, la Esfinge (en griego antiguo Σφίγξ,
quizá de σφίγγω, ‘estrangular’) era un demonio
de destrucción y mala suerte, que se representaba con rostro de mujer, cuerpo
de león y alas de ave.
Origen
Hesíodo, quien en su Teogonía es el primero que la menciona,
la hace hija de la Quimera y de Ortro, el terrible perro hermano de Cerberos.
Opinión que no comparte Laso de Hermíone, quien la estima nacida de Equidna, la
bella ninfa con cola de serpiente, y del poderoso Tifón; siendo de la misma
opinión Higino y Apolodoro. Otros la señalan como el fruto de los amores entre
Tifón y la Quimera.
Para la mayoría de los escritores de la antigüedad, la
Esfinge era única y de ascendencia divina. Sin embargo, hay algunos que dan a
entender que se trataría de una especie de animal. Así, Plinio el Viejo señala
que las esfinges habitan las zonas más remotas de Etiopía y tienen un pelaje
pardo rojizo.
Características
Según Apolodoro, la Esfinge era un monstruo con rostro y
busto de mujer, patas de león, cuerpo de perro, cola de dragón y alas de
pájaro. Estacio precisa que tenía el rostro pálido, la boca llena de veneno,
ojos como brasas encendidas y las alas siempre manchadas de sangre. Heródoto
llamó a las esfinges egipcias, que tienen rostro de hombre y carecen de alas,
androesfinges, para distinguirlas de la Esfinge griega.
La Esfinge en Tebas
Hesíodo llama a la Esfinge «ruina de los cadmeos», aludiendo
a los tiempos en que «llegó desde la parte más lejana de Etiopía»1 para causar
el terror en los campos que circundaban la ciudad de Tebas.
Fue enviada por un dios, pero no hay acuerdo sobre cuál. La
mayoría de los autores señala que fue la vengativa Hera, opinión que sostienen,
entre otros, Apolodoro y el autor del escolio a las Fenicias. Señala este
último que el motivo de la diosa habría sido la impunidad en que los tebanos
quedaron tras el rapto y la seducción que Layo, rey de Tebas, cometiera en la
persona del joven Crisipo. También se menciona como que fue enviada por Dioniso
y Ares, vinculando las razones de este último al episodio en el que su hijo
Dragón fue muerto a manos de Cadmo, el fundador de Tebas. Eurípides, por su parte,
señala que la envió Hades.
La Esfinge se instaló en uno de los montes del oeste de la
ciudad de Tebas, el Ficio o el Antedón. Desde ahí se dedicó a asolar la campiña
tebana destruyendo las siembras y matando a todos los que no fueran capaces de
resolver sus enigmas. Mataba estrangulando, y algunas opiniones refieren que de
ahí viene su nombre, ya que cerraba (sphíggein, ‘cerrar’) el paso del aire a
los desafortunados que caían en sus garras.
Higino refiere que la Esfinge propuso a Creonte, rey de
Tebas, que si alguien era capaz de resolver uno de sus enigmas se iría para
siempre; pero si no, mataría a quienes fallasen y seguiría destruyendo.Apolodoro
no cree que el monstruo haya sido capaz de compromiso alguno, y propone que
debió haber sido un oráculo el que revelara a los tebanos la forma de librarse
de la Esfinge.
El acertijo
Según Apolodoro, la Esfinge había aprendido el arte de formular
enigmas de las Musas. Cuenta Aristófanes el gramático que Edipo mismo la llamó
musa, ya que era propio de las Musas el manejar las palabras con belleza, esto
es, a través del canto. La Esfinge cantaba sus enigmas, así lo afirma
Pausanias. Sófocles la llama «cruel cantora».
El acertijo, en la sencilla formulación de Apolodoro, habría
sido: «¿Qué ser provisto de voz es de cuatro patas, de dos y de tres?»
Semejante enunciación la encontramos en Diodoro Sículo, a saber: «¿Cuál es el
que al mismo tiempo es un bípedo, un trípedo y un cuadrúpedo?» Una versión más
elaborada es la que presenta Aristófanes el gramático:
Existe sobre la tierra un ser bípedo y cuadrúpedo, que tiene
sólo una voz, y es también trípode. Es el único que cambia su aspecto de
cuantos seres se mueven por tierra, aire o mar. Pero, cuando anda apoyado en
más pies, entonces la movilidad de sus miembros es mucho más débil.
Edipo y la muerte de la Esfinge
Edipo y la Esfinge. Reconstrucción del tondo de un kylix
ático de figuras rojas, 480-470 a. C., de Vulci
Varios trataron de resolver el enigma de la Esfinge y
fallaron, siendo muertos; entre ellos Hemón, hijo de Creonte. Ante tan
angustiosa situación, el rey hizo una proclama a toda Grecia prometiendo que
daría el reino, y a su hermana Yocasta en matrimonio, a quien resolviera el
enigma de la Esfinge. Muchos vinieron de remotos lugares y fallaron en dar la
solución, pero Edipo, el hijo perdido de Layo y Yocasta, lo interpretó
correctamente. Según Aristófanes el gramático, estas habrían sido las palabras
con que Edipo respondió a la Esfinge:
Escucha, aun cuando no quieras, Musa de mal agüero de los
muertos, mi voz, que es el fin de tu locura. Te has referido al hombre, que
cuando se arrastra por tierra, al principio, nace del vientre de la madre como
indefenso cuadrúpedo y, al ser viejo, apoya su bastón como un tercer pie,
cargando el cuello doblado por la vejez.
Según Higino, al escuchar la respuesta de Edipo, la Esfinge
saltó desde el monte, que era su guarida, en busca de la muerte.Apolodoro
afirma que no saltó desde un monte, sino desde la acrópolis de Tebas. Hay
otros, como Eurípides, que señalan que no saltó, sino que fue el propio Edipo quien
le arrojó montaña abajo. Otra versión afirma que la Esfinge espantada huyó
hacia el desierto de Egipto donde quedó petrificada y desde allí Momo el dios
del sarcasmo se burla de ella.
Como recompensa, Edipo se casó con la reina (su verdadera
madre) y se convirtió en el regente de Tebas.
Explicación del origen del mito de la Esfinge, según
Pausanias
Sphinx por Franz von Stuck.
Una tradición, referida por Pausanias, dice que la Esfinge
no era un monstruo, sino una hija del rey Layo, a quien se le había confiado un
secreto sólo conocido por los monarcas de Tebas. Al morir Layo, cuando varios
de sus hijos llegaron a reclamar el trono, la Esfinge se enfrentó a ellos
declarando que sólo reconocería como sucesor legítimo a quien fuera capaz de
señalar con precisión el secreto de los reyes tebanos, y que condenaría a
muerte a todo el que fallare. Sólo Edipo, nos dice esta tradición, desentrañó correctamente
el secreto, ya que le fue revelado en un sueño.
Esfinge egipcia
Etimología
Los antiguos egipcios la
denominaron Sheps-anj, que significa «imagen viviente» o «estatua viviente»;
después derivó a sefanjes (sephankhes) y posteriormente a esfinge. Heródoto
llamó Androesfinge a la egipcia, que tenía rostro de varón a diferencia de la
griega, con aspecto femenino y alada. También las había con cabeza de carneros,
admonra crioesfinges, o de halcones, denominadas hieracoesfinges.
Historia
Las esfinges eran símbolo
de la realeza, ya que representaban la fuerza y el poder del león, y la vida
después de la muerte, motivo por el que aparecen en muchas tumbas en forma de
relieve. Durante el Imperio Nuevo se representaron como esfinges a algunos dioses,
como Amón.
La mayor y una de las más
antiguas representaciones escultóricas es la Gran Esfinge que se encuentra en
Guiza. En los últimos periodos fue habitual situar esfinges a ambos lados de
las avenidas que conducían a los templos. Entre el recinto del templo de Amón
en Karnak y el de Amón en Luxor, existe una avenida procesional (dromos) de
varios kilómetros flanqueada por cientos de esfinges con cabezas de carneros o
humanas.
La esfinge egipcia ha ido
variando a lo largo de la historia, cambiando su apariencia según las
tendencias culturales del momento. Se conocen algunas con aspecto femenino: la
esfinge de Hetepheres II es la más antigua conocida. La del Museo Barracco de
Roma, realizada en granito negro y atribuida a Hatshepsut, y otra conservada en
el Museo del Cairo de la misma reina, sería la imagen de la primera
reina-faraón en ser representada en esta forma. Otras reinas cuyo rostro se
puede ver en esfinges fueron Mutnedyemet y Nefertiti.
Fantasia y Las Diferentes Esfinges que hay.
Fantasia y Las Diferentes Esfinges que hay.
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