miércoles, 25 de noviembre de 2015

ESCARBATOS

Clasificación del MM: XXX
El escarbato es una bestia del Reino Unido que tiene un sedoso pelaje negro y un hocico largo.
Esta criatura excavadora se pirra por cualquier cosa brillante. Muchos duendes poseen escarbatos para que caven profundamente en la tierra en busca de tesoros. Aunque el escarbato es amable e incluso afectuoso, puede destruir las pertenencias de la gente y, por tanto, nunca debe estar dentro de una casa. Los escarbatos viven en madrigueras a seis metros bajo tierra y tienen de seis a ocho crías por parto.


ERUMPENT

Clasificación del MM: XXXX
El erumpent es una bestia gris, de gran tamaño y poder, natural de África. Pesa más de una tonelada y, de lejos, puede confundirse con un rinoceronte. Tiene una piel gruesa que repele la mayoría de los encantamientos y maleficios, un cuerno largo y puntiagudo sobre el hocico y una cola larga que parece una soga. Los erumpents sólo dan a luz una cría en cada parto. Esta bestia no ataca a menos que se la provoque exageradamente, pero, cuando lo hace, los resultados suelen ser catastróficos. El cuerno del erumpent puede atravesar cualquier cosa, desde la piel hasta el metal, y contiene un fluido mortal que provoca el estallido de todo lo que haya sido inyectado con él.
Los erumpents no son muy numerosos porque, durante la época de apareamiento, los machos se hacen estallar unos a otros a menudo. Los magos africanos tratan la especie con mucha prudencia. El cuerno, la cola y el fluido explosivo del erumpent son utilizados en pociones, aunque están clasifica “dos como Materiales Comerciables de Clase B (Peligrosos y Sujetos a Control Estricto).


ERKLING

Clasificación del MM: XXXX
El erkling es una criatura oriunda de la Selva Negra alemana, cuyo aspecto es similar al de los elfos. Son más grandes que un gnomo (miden noventa centímetros como término medio) y tienen una cara puntiaguda. Los niños encuentran fascinante su alegre y agudo parloteo, y los erklings tratarán de apartarlos de sus tutores con engaños para comérselos.
Sin embargo, gracias a los severos controles del Ministerio de Magia alemán, durante los últimos siglos se han reducido espectacularmente los asesinatos a manos de erklings; el último ataque conocido de un erkling, cuyo objetivo era un mago de seis años llamado Bruno Schmidt, terminó con la muerte del erkling cuando el señorito Schmidt lo golpeó fuerte en la cabeza con el caldero plegable de su padre.


DUGBOG

Clasificación del MM: XXX
El dugbog es una criatura que vive en pantanos de Europa y todo el continente americano.
Se parece a un leño mientras está inmóvil, pero si se examina más de cerca, se apreciarán unas patas delgadas y unos dientes muy afilados. Se desliza por los terrenos pantanosos en busca de pequeños mamíferos de los que alimentarse, e inflige heridas graves en los tobillos de los excursionistas. Sin embargo, el alimento favorito de los dugbogs es la mandrágora. Han existido casos de cultivadores de mandrágora que fueron a agarrar por las hojas una de sus valiosas plantas y se encontraron debajo un destrozo infame debido a las atenciones de un dugbog.


DUENDECILLOS

Clasificación del MM: XXX 
La mayoría de los duendecillos se concentra en Cornwall, Inglaterra. De color azul eléctrico, tienen unos veinte centímetros de altura y son muy revoltosos: les encantan los engaños y las bromas pesadas. Aunque no tienen alas, pueden volar ya veces atrapan por las orejas a personas desprevenidas y las ponen en las copas de árboles altos o en las azoteas de edificios. Los duendecillos se comunican entre sí mediante un agudo parloteo que ninguna otra criatura comprende. Dan a luz jóvenes.


Apocalipsis

Revelaciones atribuidas generalmente a San Juan Evangelista, estas visiones las tuvo en Padmos de donde era obispo, esta obra ha excitado en todos los tiempos la curiosidad general, todos han pretendido explicarla encontrando en ella, unos, la alquimia, otros la astrología y los demás el álgebra, el mismo Newton la ha comentado sin menoscabar su gloria, muchos han sacado de ella excelentes comparaciones, aquélla fiera de siete cabezas y diez cuerpos que representa a Dioclesiano, según Bousset, y a Trajano, según Grotius, un predicador dijo que aquélla fiera correspondía a Luis XIV, los católicos afirmaban que se trataba del Rey de Inglaterra, no es fácil acordarse de todas las suposiciones que se han querido dar a este nombre.


  • Un escritor contemporáneo se ha permitido decir que Napoleón era la fiera de las siete cabezas y M. Subira, habiéndose puesto al abrigo del nuevo testamento, porque las luces del siglo le parecían contrarias a las buenas costumbres, ha dicho que había encontrado en el cálculo, la llave del Apocalipsis y que iba en busca del nombre de la fiera, compuso con sus partidarios una sociedad apocalíptica que se estableció en Pau, se movió en su tiempo una gran controversia en la sociedad la que sin duda no pudo terminarse sobre la letra j, que M. Subira quería proscribir del alfabeto como inicial por el nombre de Judas y que otros querían conservar por pertenecer al nombre de Jesús, se publico casi al mismo tiempo que en París en la imprenta de Lecleve, un volumen titulado Explicación del Apocalipsis, en este libro prodigioso se intenta demostrar que ha comenzado ya el reinado del anticristo y que el mundo va a finalizar, los filósofos, los jansenistas, los revolucionarios, la enciclopedia, Voltaire, Napoleón, todos estos son los nombre de los monstruos anunciados por San Juan.

Angat

Nombre que se da al diablo en Madagascar, donde es mirado como un genio sanguinario y cruel, dicen que tienen la figura de una serpiente.



Aneberg

Demonio de las minas, un día mato de un soplo a 12 trabajadores que abrían una mina de plata, cuya guarda estaba confiada a él, es un demonio malo y terrible y se muestra principalmente en Alemania, se dice que tiene la figura de un caballo con un inmenso cuello y terribles ojos.


lunes, 16 de noviembre de 2015

Shemsu Hor


Los Shemsu Hor (Sms Hr) eran "seguidores de Horus". El concepto evolucionó con el tiempo: se ha llamado así a una serie de reyes míticos que gobernaron Egipto antes que los faraones, a aquellos que ayudaban a Horus en sus luchas con Seth, y también se dio ese nombre a los sacerdotes que se ocupaban de los ritos funerarios.

Semidioses

Según el Canon Real de Turín, los Sms Hr gobernaron Egipto durante seis mil años, entre el reinado de los dioses y los primeros faraones. Algunos autores traducen como compañeros de Horus, seres semidivinos con grandes conocimientos astronómicos que legaron a los sacerdotes y faraones.

Manetón, historiador egipcio del siglo III a. C. que recibió el encargo del faraón Ptolomeo II Filadelfo de escribir la Historia de Egipto y que tenía acceso a la biblioteca del templo de Ra en Heliópolis (en donde era sacerdote), aseguró que gobernaron Egipto alrededor de 6.000 años, justo después de los "semidioses y reyes" de épocas anteriores. Antes que estos últimos, habían dirigido el país los "dioses". Lo único que resta de la Aegyptíaka nos ha llegado a través de Eusebio de Cesarea. Tras los dioses reinaron los héroes durante 1.255 años, a los que siguieron unos reyes que gobernaron 1.817 años. Más tarde gobernaron 30 reyes de Menfis cuyos reinados suman en total 1.790 años. Les sucedieron diez reyes de Tis durante 350 años, y después de éstos llegaron los Shemsu Hor, que reinaron durante 5.813 años. Tras ellos llegó el primer rey dinástico, Menes, que gobernó el Valle del Nilo desde el año 3100 a. C.

Según Jacqueline Moreira de la Universidad de São Paulo, los Shemsu Hor podrían estar representados en la Paleta de Narmer, lo que según ella sugiere que la paleta es muy anterior a Narmer, de un periodo en que Egipto estaba muy influenciado por el culto a Horus:

Nuestro otro supuesto es que el faraón y sus compañeros son los que la tradición egipcia sitúa en un remoto tiempo de su civilización, los Shemsu Hor que ejercieron un papel importante en la configuración del país como Imperio unido... en la Paleta estarían bien representados los Shemsu Hor en tres grupos distintos: un grupo no-humano, cuyos componentes acompañaban a Horus y tienen un papel clave en el viaje de los muertos, un segundo grupo que está ligado directamente a los antiguos gobernantes, anteriores a la primera de las dinastías de faraones, y que se refieren también a la ciudad de Nejen (tradicionalmente el hogar original de Horus, que coincide exactamente con el lugar donde la Paleta fue encontrada) y un tercer grupo de guerreros que han trabado batalla con los seguidores de Seth.



Set-animal

En el Antiguo Egipto el jeroglífico de Set-animal, es la representación gráfica de un «perro del desierto» de Egipto.

El jeroglífico de Set con forma animalesca sentado posee en lengua egipcia el valor fonético stẖ, stš, suti o ẖnnu. Es el determinativo e ideograma del dios Seth, del desorden, y el caos, por las palabras relacionades con el sufrimiento, violencia, perturbación. También para las tormentas de la atmósfera, una tempestad.

El jeroglífico más común usado para representar al dios Seth es un hombre sentado con cabeza de perro o chacal (Gardiner C7)

Referido a menudo como chacal, en posteriores estilizaciones será equivalente a la quimera, o al grifo, de la mitología griega.
Historia

La primera referencia del uso del Jeroglífico de Seth-animal es en la maza ceremonial de Horus Escorpión II, un gobernante de Dinastía


Serpopardo



Hieracoesfinge es el nombre de una bestia mítica, un grifo o quimera cuyas representaciones se han encontrado en manifestaciones escultoricas de Egipto y la heráldica europea. Tiene el cuerpo de león y la cabeza aguileña del grifo, que es la de un halcón en Egipto (Horus). El nombre fue acuñado por Heródoto después de ver las esfinges con cabeza de halcón en Egipto. Existe otro tipo de esfinge con cabeza de carnero, que Herodoto llama crioesfinges (criosphinx) y la de cabeza humana llamada androesfinge (androsphinx). La hieracoesfinge es tomada por algunos como un augurio del mal. El serpopardo es un término aplicado por algunos estudiosos modernos lo que se describe como una bestia mítica conocida en el Antiguo Egipto y Mesopotamia. Este término no se utiliza en los textos originales, y es una interpretación hecha recientemente. Esta criatura destaca especialmente decorada en paletas de cosméticos del período pre-dinástico de Egipto y, más extensamente, como motivo en los cilindro-sellos en el Período Uruk (circa 3500-3000 AEC). Algunos ejemplos son la Paleta de Narmer y la paleta de los Pequeños Nekhen (Hierakonopolis). El cilindro-sello mostrado a la derecha muestra el motivo muy claramente.


Paleta de Narmer con una depresión central para mezclar cosméticos (en el centro de los dos cuellos)
"serpopardo" se definió como un cruce entre una serpiente y un leopardo y se supone que cuentan con el cuerpo de este último y un cuello largo y cabeza, que es su primera vez.

La imagen generalmente se clasifica como un gato, sin embargo, y con una cuidadosa consideración a un cuello inusualmente largos como una leona, sin embargo. Lleva la característica de los mechones presentes en el extremo de la cola, no hay puntos, la cabeza redonda con orejas cuando se aproxima a la leona, en lugar de una serpiente, ya que las serpientes no tienen oídos, y no son características típicas como las escalas de serpiente, el idioma o la forma de la cabeza.

Al igual que otros pueblos de la antigüedad, los egipcios son conocidos por su representación muy exacta de las criaturas que han observado. Sus criaturas compuestas, las deidades que se habían reunido para estar unidos en conceptos religiosos, tienen características muy reconocibles de los animales que representan a las deidades originalmente se unió.

La leonas jugaron un papel importante en los conceptos religiosos del Alto y el Bajo Egipto, y es probable que hayan sido designados como los animales relacionados con la protección y la realeza. El cuello largo puede ser una mera exageración, que se utiliza como un entorno característico de un motivo artístico, que se forma en la zona de mezcla de la paleta de estética de la paleta de Narmer y la pequeña alrededores.


Las representaciones de animales fantásticos son también conocidos por Elam y Mesopotamia, así como en muchas otras culturas.

Hieracoesfinge


Hieracoesfinge es el nombre de una bestia mítica, un grifo o quimera cuyas representaciones se han encontrado en manifestaciones escultoricas de Egipto y la heráldica europea. Tiene el cuerpo de león y la cabeza aguileña del grifo, que es la de un halcón en Egipto (Horus). El nombre fue acuñado por Heródoto después de ver las esfinges con cabeza de halcón en
Egipto. Existe otro tipo de esfinge con cabeza de carnero, que Herodoto llama crioesfinges (criosphinx) y la de cabeza humana llamada androesfinge (androsphinx). La hieracoesfinge es tomada por algunos como un augurio del mal.

MOMIAS








Una momia es un cadáver reanimado y conservado a través de los siglos mediante oscuros y secretos rituales.


El proceso de momificación consiste en el mantenimiento del cuerpo evitando su descomposición y, puede ser natural; si cadáver se ha conservado en una atmósfera enrarecida, por ejemplo, en un denso pantano, o artificial; si el cadáver se ha conservado a través de pócimas y ungüentos mágicos.


El proceso de reanimación de la momia es celosamente guardado por sacerdotes y chamanes que dan culto a oscuros dioses del desierto.


La momia resultante suele estar totalmente envuelta en vendajes funerarios que cubren un cuerpo reseco y de color oscuro, de hecho, la palabra momia viene del persa mummia, que significa betún.


Durante los rituales de reanimación la momia queda ligada a una determinada tumba o templo, que protegerá de por vida, y sus acciones son dirigidas por los espíritus y energías mágicas empleados durante dicho ritual. Las momias son, pues, las eternas vigilantes de tumbas.






Son fuertes y aptas para luchar cuerpo a cuerpo pero sus movimientos son muy lentos ya que los procesos de momificación aumentan la rigidez de su cuerpo. Sin embargo, su determinación a la hora de defender su territorio hace que los ladrones de tumbas se lo piensen bien antes de enfrentarse a la eficaz momia.


Además, al ser muertos vivientes son inmunes al dolor, a las enfermedades y a los venenos… pero tienen un punto débil; y es que son muy vulnerables al fuego.

Momificación en el Antiguo Egipto


La momificación en el Antiguo Egipto es el proceso por el que se impedía a un cadáver que llegase a su putrefacción natural, se inscribía en un complejo ritual funerario egipcio establecido para asegurar la conservación de su cuerpo material y poder así unirse con su "alma" en el Más Allá y proseguir allí con su vida.

Los antiguos egipcios creían que la muerte representaba la separación entre el soporte material y los elementos inmateriales, el ba que se corresponde con el alma y el ka, que representa la energía vital. Era necesario que el ba y el ka, el despertar de su nueva vida, pudiesen reintegrarse al cuerpo, previamente conservado. La momificación tenía como principal objetivo el purificar y volver divino al cuerpo que se convertiría en un Osiris o una imitación suya.
La momificación era practicada por diferentes civilizaciones, pero su esplendor fue en Egipto, donde la momificación por medios artificiales alcanzó su punto máximo, tanto en términos de perfección técnica como en su arte. La momificación era una necesidad de tipo religioso, porque los egipcios creían en la vida después de la muerte, y esta técnica permitía alcanzarla. Los orígenes de la momificación son difíciles de precisar. Algunos piensan que la generalización de la momificación tomó como punto de partida las numerosas inundaciones del Nilo, que al exhumar los cadáveres, fueron fuente de epidemias mortales. Sin embargo, esta afirmación sigue siendo una mera hipótesis. En la época predinástica, hace unos 6000 años, los cuerpos eran enterrados envueltos en pieles de animales o esteras, simplemente, en fosas en el desierto, de tal manera que la arena seca y caliente absorbía el agua de los tejidos corporales y garantizaba una buena conservación del cuerpo por métodos naturales de desecación.



La primera evidencia de momificación intencional data de c. 3500 a. C. Se han encontrado partes de cuerpos humanos momificados en Hieracómpolis que muestran rastros de resina y vendas de lino.

La primera momia egipcia intacta, encontrada hasta ahora, es la identificada como la 32751, procedente de Gebelein, que data de aproximadamente 3400 a. C., y que se conserva actualmente en el Museo Británico.4 La citada momia 32751 fue apodada previamente "Ginger" por el color jengibre de su pelo, pero esta práctica se interrumpió en 2004, para dar más dignidad a los restos humanos. Era la momia de un hombre adulto, aunque su edad exacta al morir es incierta. Aparentemente, fue preservada por su contacto directo con la arena seca del desierto, aunque se desconoce si se pretendía en ese momento conseguir una momificación. También se recuperaron vasijas de cerámica en la tumba, pero tampoco se conoce su significado.

Es durante el período tinita, cuando la momificación comenzó a experimentar un mayor interés, cuando observaron que si se enterraba a los muertos en ataúdes de madera para protegerlos y a su vez los enterraban en tumbas construidas exprofeso, los cadáveres llegaban a descomponerse. Para evitarlo, empezaron a desarrollar diferentes técnicas artificiales de momificación, como envolviendo el cadáver con vendas de lino o sudario impregnado de natrón o resina. Al tiempo, la momificación se desarrolla y tiene un interés prioritario por la leyenda de Osiris, cuando éste es resucitado gracias a su embalsamamiento por Anubis y con la ayuda de fórmulas mágicas. De esta forma, Osiris se convirtió en dios de los muertos y del renacimiento de la vida, que era representado como una momia con vendajes. Anubis, se convirtió en el patrón de los embalsamadores.

A pesar de este gran interés, la momificación sólo es accesible para las clases altas. En esta época, los embalsamadores realizan incisiones en el cuerpo para la extracción de los órganos internos de la caja torácica y del vientre, por lo que se han encontrado especialmente vasos canopos para contenerlos. Las vísceras momificadas, envueltas en paño de lino se colocan en cuatro vasos canopos decorados con cabezas de cuatro hijo de Horus: Amset (cabeza humana), Hapi (cabeza de babuino), Duamutef (cabeza de chacal) y Quebesenuf (cabeza de halcón).

Durante el Imperio Medio, el embalsamamiento se generalizó y su técnica se hizo más minuciosa, aunque la conservación de las momias no llegó a ser suficientemente eficiente. Hay que esperar hasta el Imperio Nuevo para que la momificación realmente alcance su punto máximo. De hecho, es cuando se consigue mantener la expresión de la cara, que es una novedad respecto a momias anteriores, que ofrecen sólo tegumentos ennegrecidos unidos al esqueleto. Las momias que se realizan durante las dinastías XVIII y XIX son los mejores que se han encontrado en cuanto a expresión, preservación y riqueza decorativa. La momias más famosas son de este período, como las de Ramsés II o Seti I. Las momias de reyes o príncipes son considerados como verdaderas obras de arte.

Etapas de momificación

En un taller, los embalsamadores lavaban y preparaban el cuerpo del difunto para llevar a cabo diversas operaciones de momificación, que duraban 70 días. El cuerpo eviscerado se secaba al sol y se cubría con varias capas de aceites vegetales (resina de coníferas, aceites aromáticos y ungüentos) y animales (cera de abejas, que debido a sus propiedades hidrofóbicas y antibacterianas jugaron un papel importante). Después se ponían las vendas sobre el cuerpo, y sobre todo, en el Período Tardío se colocaban sobre la momia determinados amuletos que hacían un papel protector y se ocultaban bajo otras vueltas de venda. A veces, se colocaba además una red elaborada principalmente con cuentas de loza. A continuación, el cuerpo se colocaba en uno o varios sarcófagos pintados y grabados. A veces, la cara se cubría con una máscara de momia, usualmente pintada, pero que en el caso de las momias reales, se hacía en oro, para reflejar su aspecto idealizado.

Algunos órganos que se lavaban con vino de palma y especias tostadas se mantenían en cuatro vasos canopos con la imagen de los cuatro hijos de Horus. En el interior del vaso canopo de Amset se colocaba el estómago y el intestino grueso. En el de Hapi, el intestino delgado, en el de Duamutef, los pulmones y en el de Quebesenuf, el hígado y la vesícula biliar. El corazón se quedaba generalmente en su lugar o se volvía a colocar en su sitio, pues era importante que no se separara del cuerpo ya que se suponía que era la sede de los sentimientos, el pensamiento, la conciencia y la vida, siendo responsable de la individualidad de cada persona.

La familia y las plañideras recogían el cuerpo y en procesión, encabezada por sacerdotes, llevaban al fallecido a su última morada. Allí, el sumo sacerdote, según un ritual bien definido, procedía a los conjuros finales, tocando, en un gesto sagrado, los siete orificios de la cabeza de la momia para hacerle revivir los sentidos. Se disponían las ofrendas y se sellaba la tumba.

Este proceso cambió a lo largo del tiempo y en función del grado de riqueza y poder. Sin embargo, la momificación, se intentaba llevar a cabo en todas las capas de la sociedad, aunque fuese en menor grado de técnica, minuciosidad y ritual, pues cada egipcio debía ser capaz de alcanzar la vida después de la muerte.

Al morir un egipcio, su familia llevaba el cuerpo a los embalsamadores y negociaba largamente sus tarifas de servicio.

Después del duelo, llevan el muerto a embalsamar. Hay gentes establecidas a este efecto y ejercen estas artes como propiedad transmisible por herencia... Los embalsamadores muestran los modelos de cadáveres en madera, imitados mediante pintura, y aconsejan el más digno de atención, que fue el dios, cuyo nombre no puedo decir aquí. Enseñan un segundo, con precio más bajo y finalmente, un tercero, más barato.
 
Heródoto, Historias, II, 86.


Las familias solían traer sus propios paños y vendas de lino, recuperados normalmente de ropas viejas o vestidos, cortados en tiras, con las que se confeccionaban los indispensables vendajes de embalsamamiento.

Se puede considerar que existían tres clases de embalsamamiento, en función de su precio. La más sencilla consistía en inyectar en los intestinos un jugo de syr maia, especie de rábano seco y después se sumergía el cuerpo en natrón. Con un precio medio, se inyectaba aceite de cedro en el abdomen y se sumergía en natrón. Al sacarlo, las vísceras estarían licuadas.

El embalsamamiento menos común entre los egipcios de clase media, pero de rigor para personajes reales sería el "embalsamamiento de primera clase", que para Diodoro Sículo, era muy costoso, un talento de plata de su época. Se componía de cuatro pasos.

Extracción del cerebro
En la primera etapa se extraía el cerebro por los orificios de la nariz, mediante unos ganchos de bronce, para verter posteriormente en su interior un líquido resinoso. El encéfalo, se reduce entonces a una pulpa, fluyendo a continuación a través del agujero hecho. En algunos casos, por lo general para una momificación menos avanzada, se divide la caja craneal y se extrae el cerebro que es retenido, por los vendajes. En un segundo paso, se vierte natrón en el cráneo para disolver los restos de cerebro que puedan quedar, quedando el cráneo vacío. Después se vierte un líquido resinoso formado por resina de coníferas, cera de abejas y aceites vegetales perfumados.

Evisceración
En la segunda etapa, un escriba marcaba en un costado el lugar donde el cortador (parascyte) debía abrir la cavidad ventral:

Con una piedra etíope afilada, extraen todos los órganos del abdomen, incluyendo el hígado y los intestinos. Se lava con vino de palma, se rociaban perfumes y finalmente se cosía después de haberlo llenado de mirra pura triturada, canela y otros perfumes, excluyendo solamente el incienso. Heródoto, Historias, II, 86-87.

Más específicamente, la incisión permitía sacar los intestinos y diversos órganos: sólo el corazón, sede del asiento del pensamiento y los sentimientos y los riñones quedan o son puestos en su lugar después de la momificación. A veces, sin embargo, el corazón es sustituido por un escarabeo, que sería el equivalente de un corazón mágico de repuesto. Los órganos se limpiaban y se colocaban por separado y envueltos en paño de lino en los cuatro vasos canopos.

Deshidratación
En la tercera etapa, el cuerpo era tratado con natrón. Los embalsamadores llenaban el interior del tronco de telas con sal de natrón y sustancias aromáticas. Esta mezcla de carbonato y bicarbonato de sodio tiene propiedades higroscópicas y atrae la humedad del tejido. El proceso de desecación se ve favorecido por el clima muy seco de Egipto. El cuerpo es también expuesto al sol. Este tratamiento tiene una duración de unos 70 días.

Después de secar las telas, los embalsamadores lavaban el cuerpo y le ungían con diversos aceites y resinas, para hacer que la piel sea más flexible.

Vendaje

Conjunto de vendas de lino, conservadas en la Biblioteca Museo Víctor Balaguer
Esta cuarta etapa tiene por objetivo preservar la carne y evitar la desintegración del cuerpo. Los coaquitas (coacytes) envolvían el cuerpo con finas vendas y colocaban amuletos rodeados de papiros en el cuerpo del difunto, después de haber llenado las cavidades abdominales y la caja torácica con tampones de lino impregnados con resina, serrín de madera o incluso líquenes aromáticos (como en las momias de los faraones Siptah y Ramsés IV). A veces, determinados amuletos prescritos por el ritual, estaban cosidos a una red de cuentas de fayenza azul sobrepuestos a la momia.

La enucleación ocular se realizaba a menudo y los ojos se reemplazaban por prótesis. Luego se disponían las tiras de vendajes de lino. El proceso comenzaba por las extremidades de los miembros. El cuerpo se envolvía en su totalidad, a menudo con siete capas de telas sucesivas. A continuación, se envolvía la momia en un sudario y se colocaba en un sarcófago.

Momificación de animales


Momias de gatos en el Museo del Louvre.
La momificación en el Antiguo Egipto no sólo se produjo en los seres humanos sino que también se llevó a cabo en animales, aunque por diferentes motivos.

Cuando una mascota de una persona moría, ya fuesen gatos, perros, monos o cualquier otro animal, podían ser momificados, incluso, a imitación de los humanos, y también se le podía confeccionar sarcófago o estela funeraria especial. Se conoce el caso del perro Abutiu, que por orden del faraón tuvo un entierro ceremonial como si fuese un dignatario humano.

En otros casos, en animales específicos, los egipcios también veían la encarnación de una deidad, por lo que en los templos se les proporcionaba alimentación especial, cubriéndolos a veces de joyas y cuando morían, se les daba un funeral especialmente elaborado, como en el caso de los babuinos. Cabe destacar aquí al toro Apis, que fue momificado y enterrado en una tumba, en el Serapeum de Saqqara.

En el período Grecorromano de Egipto, no sólo determinados animales individuales fueron considerados divinidades, sino que se consideraba sagrada toda su especie, por lo que se procedió a la momificación masiva de gatos, cocodrilos, perros, ibis, halcones, carneros o toros.



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