lunes, 9 de marzo de 2009

EN RUMANIA

Rumania, la tradición sobre los vampiros se remota a muy atrás en el tiempo; no hay creencia en lo sobre natural mas difundida y arraigada que esta, tanto en las ciudades como en los pueblos de las comarcas mas remotas.
La mayor parte de los rumanos creen en la vida después de la muerte es muy parecida a la terrenal ; la fe en un mundo espiritual no esta muy difundida, por lo que resulta natural que para ellos los muertos vivientes vaguen por la tierra,, no bajo forma de espíritus, si no de personas físicamente definidas. es interesante notar que entre todas las regiones rumanas, el mayor numero de casos de vampirismo proviene de Transilvania, especialmente del norte de Transilvania, escenario en que también tiene lugar la narración del muy famoso Drácula de Stoker.
Como demostración de hasta que punto la creencia esta arraigada en la cultura rumana, sirva saber que el numero de térmicos utilizados para indicar los distintos tipos de vampiros es muy rico. el termino mas común es strigoi, al que le sigue moroii. se usan indiferentemente también lo términos varcolaci y pricolici, que a menudo son vampiros muertos y a veces animales que se comen la luna.
En este contexto cultural se presenta el único caso , ausente en todas la demás regiones de Europa, del vampiro viviente. Según la estudiosa rumana Agnes Murgoci, se pueden en contra en Rumania tres tipos fundamentales de vampiro : el vampiro difunto, el vampiro viviente y el varcolac vampiro que engulle la luna durante los eclipses.
Las infecciones vampiricas alcanzaron su punto álgido durante e siglo XII, y hay que suponer que las profanaciones de tumbas fueron muy frecuentes si se tiene en cuenta que las autoridades intervinieron mas de una vez para poner fin a estas practicas Los rumanos creen que si un hombre nace con la placenta o bolsa del liquido amniótico, se convertirá en vampiro a las seis semanas de su muerte . Algo parecido les sucede a las personas que han sido malvadas o que han cometido acciones inicuas durante su vida, especialmente mujeres que ha tenido algo que ver con el maligno y con sortilegios y encantamientos.
Es bien sabido que un hombre es un vampiro si no come ajo; esta idea se encuentra también en los eslavos meridionales.
Cuando un niño muere antes de ser bautizado, ala edad de siete años se convierte en vampiro y el lugar donde a sido enterrado se considera desconsagrado.
Los hombres que juran en falso por dinero se convierten en vampiros seis meses después de su muerte. Si un vampiro lanza su mirada sobre una mujer en cinta, y ella no esta inmunizada, su hijo se convertirá en vampiro.
Cuando nacen siete niños del mismo sexo, el séptimo tendrá un pequeño rabo y será vampiro.
Un difunto se convierte en vampiro se un gato salta sobre él, si un hombre salta sobre el o si la sombra de un hombre cae sobre el.
A algunos rumanos creen que si un hombre esta destinado a convertirse en vampiro, así sucederá, lo desee el o no .
Otros rumanos creen que , aun en el caso de que un niño nazca con la placenta, es decir , destinado a ser un vampiro, se puede hacer algo para reparara el desastre. En primer lugar debe romperse la placenta para que el bebe no pueda engullirla y convertirse en un malvado vampiro, que lanzara el mal de ojo y devorara a sus parientes tras la muerte. La comadrona deberá salir fuera con el bebe arropado. Si se trata de una casa excavada en una zona subterránea, debería subir a punto mas alto; si no es así, ira a la parte trasera y gritara, sosteniendo al bebe entre lo brazos "Escuchad todos, un lobo ha nacido sobre la tierra. No se trata de un lobo que devorara a las personas, sino de un lobo que trabajara y nos traerá fortuna" de esta forma el poder del vampiro se quiebra, y el mal se convierte en bien. De hecho los vampiros que dejan de serlo traen buena fortuna.

Me dispongo a relatar un sueño que supuso un curioso descubrimiento.Una noche en lugar de la voz que solía escuchar en la oscuridad, se alzó otra voz, temible y tierna, que decía:

-Tu madre te advirtió que desconfiaras del asesino.
En ese mismo instante, la habitación que se hallaba a mi alrededor se iluminó de improviso y vi a Carmilla de pie, junto a mi cama, su camisón de noche empapado en sangre.


Joseph Sheridan Le Fanu - Carmilla (1872)


En pleno siglo de las luces, el gran filósofo Voltaire no podía explicar la razón por la cual aún se creía en vampiros, y al encontrarnos en los albores del siglo XXI nosotros podríamos pensar que las palabras del filósofo siguen teniendo validez. Si ya tenemos entendido que el vampiro es un personaje ficticio, alimentado por la literatura y la industria cinematográfica, tampoco es raro ver que se siga investigando el tema de una forma seria, apareciendo nuevos estudios y publicaciones. Internet ha podido acercar a los amantes de estos seres nocturnos ubicados en diferentes partes del mundo y nosotros somos una parte de ello.

Culto a la Sangre y Vida Eterna

¿Porqué nos resulta interesante el tema?, será simplemente por ser un muerto viviente que se dedica a alimentarse succionando la sangre de otros mortales (primero en el seno familiar y después a quién se le cruce por delante), o porque unifica dos elementos que siempre han despertado el misterio y el simbolismo en el hombre: El culto a la sangre y la inmortalidad.

Desde tiempos distantes el hombre ha tenido por sagrados 3 fluidos humanos: La Leche Materna, el Semen y la Sangre. La Sangre como energía vital, debió considerarse como sacra desde que el primer hombre pisó la tierra, en esos lejanos tiempos se comprobaba que ocurría cuando se perdía gran cantidad de ella y debió asociar el dolor con la perdida de la misma. Para diversas religiones y creencias este fluido tenia un carácter especial, citando como ejemplo la misma sangre de Jesucristo dadora de vida eterna; el concepto de Sangre azul ligado a la nobleza; la pureza de a sangre de Judíos y los miles de ritos paganos en donde se bebía este preciado líquido por diversas razones. En América algunos pueblos comían la carne y bebían su sangre de sus enemigos o parientes, con el fin de poseer y adquirir las cualidades que tenía el difunto en vida.
La eternidad, ser inmortal ha sido hasta hoy uno de los mayores anhelos y misterios del ser humano, encontrar la fuente de la eterna juventud, retardar el envejecimiento, quien no ha pensado y soñado en ello. Este sueño de lograr la inmortalidad va ligado con el miedo a la muerte, no porque pudiera ser algo doloroso, sino más que nada por ese temor a lo desconocido y a la disgregación. Como ejemplo sólo debemos recordar a la cultura egipcia con su afán de trascender en el tiempo, su creación de momias y técnicas funerarias han intentado salvar este misterio.

Lamias y Strigoi

Desde la antiguedad hemos encontrado al vampiro formando parte del panteón demoníaco, en culturas como la China, Malasia, España, la India, el Japón, América, entre otros lugares, pero es exactamente en los pueblos eslavos en el este europeo donde adquiere su nombre y gran parte de su imagen característica. En pleno siglo de la razón pueblos como Silesia, Moldavia, Rusia, Transilvania, Valaquía, Austria, Hungría, sufrieron epidemias de vampirismo, apoyados por la ignorancia, el folklore y las leyendas populares que seguían formando parte de las conversaciones familiares. Hay que darle especial importancia también a la cantidad de enfermedades y pestes que asolaron esos años (porfirias y demases). Ya no eran las “Lamias” de la cultura Greco-latina sino que esta vez los “Strigoi” asolaban las aldeas, saciando su hambre con sangre fresca. Sobre el término “Vampiro” podríamos decir que ha sido objeto de múltiples estudios, siendo el más cercano el que lo relaciona con las palabras “ Vopyr ” o “ Upyr ” (*) , perteneciente a la lengua eslava. Sobre que región eslava vendría exactamente el término sería un tema para un debate mayor ya que estas lenguas se dividen en occidentales, meridionales y orientales, en donde el término “ upir ”, “ upior ”, “ upyr ” deriva según el eslavo meridional del turco “ ubre ” que significaría “Bruja”. Otra versión más occidental nos lleva a la palabra serbia “beamiup” o al lituano “wempti” que significaría algo como “beber” derivando a la palabra “vampiro”, asociándose a términos como el “vopyr” ruso o el “dhampir” albanés. Autores americanos e ingleses se limitan a extraerlo de la palabra serbia “vampir”, siendo esta una de las posiciones que más aparecen en libros del tema.
El origen, imagen y personalidad es muy variada según la zona geográfica, por lo general se les reconoce como seres similares a los humanos que fueron nacidos con algún defecto físico, fueron excomulgados, tuvieron una muerte violenta o se suicidaron. Su aspecto se caracteriza como personas lánguidas y de piel extremadamente blanca, fría, mal aliento, uñas larguísimas así también sus colmillos filosos y puntiagudos. Para deshacerse de ellos se empleaban técnicas de las más variadas, las cuales se diferenciaban un poco según la región: Clavarles el sudario en el ataúd, dejar semillas en el mismo o tapar la mandíbula con un ladrillo o piedra eran algunas, también podían ser eliminados con el fuego, cortándoles la cabeza o atravesando su corazón (inyectado en sangre) con una estaca de madera (y no cualquiera). También se habla de las balas de plata, aunque esto esta mas ligado con el mito del hombre lobo que vendría siendo un pariente cercano.

Tratados y Literatura Fantástica

En medio de una Europa consternada por el vampirismo que fue incluso ratificada por la misma iglesia católica, el siguiente paso del mito era la literatura, y en este sentido dieron a luz una serie de interesantes tratados sobre el tema. Entre estos textos descatamos el “Visum et Repertum”(1731), que era una investigación sobre un caso conocido de vampirismo que afectaba a una persona llamada Arnold Paole, este era un campesino que al tiempo de muerto fue acusado de vampirismo. También podemos citar el tratado “De Masticatione Mortuorum in Tumulis Liber” publicado en Leipzig en el año 1728 por Michael Ranft y el “Dissertatio Physica de Cadaveribus Sanguisugis" de Johann Stock (1732). Pero el más conocido es el “Traité sur les apparitons des esprits, et sur les Vampires, ou les revenants de Hongrie, de Moravie, etc.”, escrito por el clérigo don Agustín Calmet (1672-1757) (**) . Este monje benedictino en una obra curiosa y de 2 tomos presenta una variedad de casos de vampirism y apariciones. Este mismo texto hace que Voltaire se indigne y dedique un capítulo entero en su “Diccionario Filosófico”, mientras Rosseau fustiga la creencia en vampiros enviando una carta a París.
Su llegada a la literatura fantástica es el resultado de una rica mezcla de todos estos ingredientes ya citados y el talento de sus exponentes. Sin el aporte de Calmet, las leyendas populares, los ritos y supersticiones no podría haber sido concebidas obras tales como: “Drácula”, “Carmilla”, “Varney”, “Lestat”, “Clarimonda”,“La novia de Corinto”, “La Tumba de Sarah”, “Ligeia” o “El Vampiro” de Jhon William Polidori, este último cuento marca el punto de partida de la literatura (narrativa) propiamente de vampiros y viene a ser el padre del Vampiro aristocrático tal como lo tenemos conceptualizado en nuestra mente.
La aparición del Vampiro en otras manifestaciones artísticas como el teatro, el comic, el cine pasando por las llamadas “Tribus” urbanas , entre otras fueron modificando y adaptando la imagen del vampiro según la interpretación de sus autores, independiente si se ajustaban a la idea

No hay comentarios:

Cihuateteo

Son la reencarnación femenina de las mujeres nobles que perdían su vida en labores de parto, las cuales guiaban al sol, junto a su v...