Una
de las más famosas deidades del panteón griego, diosa del amor en todas sus
formas, de la fertilidad y de la belleza. Su nombre es aun discutido en su
etimología, parece la más segura la que apuntaba Hesíodo con su referencia a afros:
espuma, por el mito de su
nacimiento.
Como base se puede tener la concepción del
poder sexual personificado. De ahí la protección a la generación humana, a la
fertilidad de los campos, a la santidad del matrimonio. Es curiosa su
representación del doble sexo y de ella deriva el mito de Hermafrodito. Se la
presenta con barba alguna vez. Protegía la prostitución de aspecto sagrado como
la que se practicaba en Corinto.
Era diosa de la vegetación y la unían en su
culto con Adonis, como personificación de la doble base de toda vida: los dos
principios, el masculino y el femenino. Poder de vegetación que venía del fondo
de la tierra, pero daba a conocer el origen de la vida. Era diosa de la marina
acaso por el mito de su nacimiento, y con esta especial atención la llamaban
Afrodita Pontonia o Euploia. En Esparta, Chipre y Citera la veneraban como
diosa de la guerra. Este aspecto probablemente tenga raigambre oriental. El
título de Afrodita Urania acaso es una pura invención de especuladores
posteriores y no tiene gran apoyo en las fuentes. Se debe a la confusión con una
diosa oriental adorada en Chipre con nombre similar. Un hecho digno de notar es
que más bien era objeto de la celebración personal que de la pública. Nunca
tuvo juegos propios y era celebrada en forma muy ligera exteriormente.
Cuando
Crono mutiló a su padre Urano y sus órganos
genitales cayeron al mar, éstos produjeron una espuma blanca en el agua
de cual nació Afrodita, la diosa del amor y va en una gran concha a dar a las
playas de Citera.
Según
cuenta la leyenda, un día apareció sobre la isla de Cite, una doncella de una
belleza nunca antes presenciada sobre la
faz de la tierra. Le pareció muy pequeña y se fue hacia el Peloponeso y de paso
se estuvo en Pafos, Chipre. Donde ella pisaba brotaban hierbas, plantas y
flores . Cuando estuvo en Pafos las estaciones hijas de Temis la ataviaron
gallardamente. Las olas, que la
recogieron del agua, llevaron hasta el Olimpo. Todos los dioses al verla
quedaron deslumbrados por tanta belleza y solicitaron a Zeus su autorización
para desposarla, pero el supremo dios solo le concedió esa dicha a su hijo
Efesto.
A
está leyenda común hay que contraponer la que dice que contraponer la que dice
que nació de los órganos genitales de Cronos, cuando Zeus lo mutiló y arrojó al
mar. Y aun la otra versión de que nación
de una unión de Zeus con Dione, hija de Océano y Tetis. En todas las versiones
va acompañada al nacer de palomas y gorriones, aves que le están consagradas,
tal vez por su fertilidad y salacidad.
Ya
en la consagración de los dioses tuvo gran fama. Llevando un cinto que tenía el
don de encender en amores al que lo portaba. Todos lo deseaban y ella a nadie
quería darlo.
Afrodita
cumplió el mandato de Zeus y se casó con Efesto, aunque amaba a Ares, con quien
mantenía amores en secreto. Una mañana en que Ares y Afrodita dormían juntos
fueron descubiertos por Helio – el que todo lo ve–, que acudió al marido ultrajado a relatarle su
descubrimiento. Este ideó en secreto una trampa para descubrirlos juntos, así
creo una red mágica, prácticamente invisible que solo el podía accionar. Una
noche en que Ares estaba junto Afrodita compartiendo su lecho, Efecto cerro la
red sobre ellos y llamó iracundo a todos los dioses del Olimpo. El espectáculo
produjo en todos ellos un gran regocijo.
Apolo
je hizo esta pregunta a Hermes: ¿Te pesaría en la posición de Ares, aunque
estuvieras ceñido con esa red? Hermes dijo: Te juro por mi cabeza que ni aunque
fueran tres redes y estuvieran todas las diosas de enojo la cabeza. Soltaron
ambos la carcajada lo cual disgusto a Zeus quien dijo que ese era asunto de
marido y mujer y que no intervendría en tales querellas. Después reprendió a
Efecto por dar tal publicidad aun hecho tan vulgar.
Poseidón
al ver a Afrodita desnuda se enamoró de ella he hizo causa común con Efesto,
por aversión a Ares. Si Zeus no interviene, yo si dijo. Pero pidió que se le diera
una cantidad tan grande como los regalos de boda. Concediendo el marido, con
tal que se pusiera bajo la red.
Lo hará con mucho gusto,
si esta con el Afrodita, dijo Apolo
riendo Yo
no se si podrá hacerlo Ares, pero yo lo hare si me caso con ella, dijo
Poseidón.
Con
lo que la diosa huyó avergonzada a la isla de Chipre y al bañarse en el mar
volvió ha ser virgen, mientras que Ares se retiró a la Tracia. A pesar de la
vergüenza que le pudo suponer ha Afrodita, el ser descubierta junto a su
amante, no por ello renunció a las aventuras con Ares y otros mortales. De los
amores que mantuvo con Ares (Dios de vigor y belleza varonil, era natural que
se diera como tronco de personas de valor físico y moral) nacieron Deimo, Fobo,
Harmonía, Anteros y Eros, sin duda este último se convirtió en su favorito y se
hacia acompañar por el en la mayoría de sus visitas a los humanos.
Otros
amantes de la diosa más hermosa fueron Adonis, que murió en las garras de un
jabalí que Ares incitó con él movido por los celos, y el troyano Anquises al
que dio un hijo, Eneas, que tras la caída de Troya huyó de la ciudad y portando
el fuego sagrado del hogar consiguió establecer en el Lacio en donde más tarde
sería fundada la Ciudad de Roma. Por eso los habitantes de Lacio, en general, y
la familia Julia en particular siempre presumieron de tener antecedentes
divinos.
Quedo
prendada de Hermes y le concedió una noche de ese curso nació Hermafrodito. Lo
mismo concedió a Poseidón de su unión nació Rodo y Herófilo. Nadie sin embargo
pago los regalos de boda. Efesto estaba tan enamorado de ella que ya no quiso
repudiarla.
Más
tarde la diosa tuvo amores con Dioniso y dio a luz a Príapo. Pero Hera
intervino en venganza de su ligereza y doto al hijo de un cuerpo feo y de
enormes atributos de la virilidad.
No
es cierto que Zeus haya tenido también tratos con ella en ese campo, pero sí su
cinto le atraía tanto que quiso probar fortuna con ella. Para eso la enamoró
locamente de un hombre que fue Anquises.
Era
este un hermoso hombre hijo del rey de los Dárdanos, y apacentaba sus rebaños
en el Monte Ida. Una noche la diosa se disfrazo de princesa frigia y, vestida
de rojo, fue a la cabaña en que yacía Anquises y se acostó a su lado sobre la
cama de pieles de leones y osos en que
el príncipe dormía. En torno de ellos rumoraban
volando la abejas. Pasó una larga noche de amor y se sintió complacida
de haber tenido concurso con un mortal. Al despedirse por la mañana descubrió
quien era el azorado joven. Sumamente espantado al saber que había yacido con
una diosa, le rogo que le perdonara la vida y no fuera a morir, como es fama
que mueren los que intiman con seres divinos.
Ella le aseguro que su vida sería larga y feliz y que el hijo que de
está unión iba ha nacer sería muy famoso. Zeus irritado le envió el rayo, pero
interpuso si cinto Afrodita y en él se quebró. Fue a dar roto a los pies de Anquises. Quedó baldado de los
pies y cuando el hijo hubo nacido, la diosa lo olvido por completo. Ese hijo
fue Eneas.
Una
hija de rey, que varía mucho en la fuentes, pues indican ya a Tias de Asiria a
Fenix de Biblos o a Ciniras de Chipre, se estaba jactando de ser tan hermosa
como Afrodita. Y aun superarla en gracia. Otros dices que el que se jactaba era
el rey más no la princesa. Y aun que era el padre de la joven. Ella se llamaba
Esmirna y fue castigada por la diosa con un amor loco hacia su propio padre y
su entrada a su lecho, una noche en que la nodriza de ella, por su encargo, lo
había embriagado. El rey cuando se dio cuenta de que era el autor de su embarazo,
sin haberlo sabido, ni querido, la
desterró de su palacio con espada en mano. La hizo llegar a la falda de un
cerro y allí Afrodita la transformo en planta llamada mirto. Cuando nació el
hijo, que fue Adonis, la diosa estaba arrepentida de su dureza y lo encerró en
un cofre que dio a guardar a Perséfone, renina del Hades, con el encargo de que
lo colocara en el lugar más sombrío del palacio. Perséfone curiosa abrió el
cofre y vio al niño.
Lo sacó y lo llevó a las mejores estancias del palacio. El
hecho llego a conocimiento de Afrodita, que vino a reclamar su encargo. La
diosa del averno se negó a entregar al niño ya casi joven, por estar enamorada
del él. Para dirimir la contienda apeló a Zeus. El dios sabia que Afrodita esta
enamorada del joven y lo deseaba para sí. Zeus dejó el fallo a la musa Calipe.
Esta dio un fallo contemporizador. Las dos amaban al joven, las dos tenían
derechos iguales: una por intervenir en su nacimiento, otra, por haber guardado su vida en deposito.
Entonces sostenía que el joven debía estar medio año con Afrodita en la luz del
sol y la alegría del mundo y medio año
con Perséfone en la honda tiniebla del
Hades. Otras versión es que el año quedo divido en tres partes: una para
Afrodita, otra para Perséfone y la tercera para el mismo en plena libertad. Y
que Afrodita no contenta con esa
solución le pidió al joven que le
cediera su parte y viviera dos terceras parte con ella y una con Perséfone.
Está no quedo satisfecha. Fue a ver a Ares a Tracia y le contó que ahora la
diosa del amor prefería a Adonis y lo desdeñaba a él. ¡Y es un puro hombre
mortal!¾
exclamaba ¡Y
además afeminado!
Ares
lleno de ira, se disfrazó de jabalí y fue a buscar a Adonis que andaba de caza
en el monto Líbano. Se echó sobre él y lo hizo trizas, a los ojos mismos de
Afrodita. Al caer herido, brotaron anémonas en el prado.
Afrodita
fue a ver a Zeus y a quejarse de la mala acción de Ares. Le rogo que Adonis
solamente permaneciera en el Hades en los meses de sombra, y el resto del año,
con ella. Versión que varía de la anterior. Hay quién diga que el jabalí era el
mismo Apolo que se vengaba de la ofensa que le había hecho Afrodita.
Una
vez la diosa para dar celos a Adonis se entregó a Butes, uno de los Argonautas,
por varías noches. De esa unión nació Erox, rey de Sicilia.
Los
hijos que hubo con Adonis son: Golgos, que fundó la ciudad de su nombre en
Chipre, Berea, una mujer que fundó la ciudad que se llamaba como ella en
Tracia.
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