miércoles, 27 de julio de 2011

Las brujas y la magia




Bruja, esa palabra que la mayoría de personas usan despectivamente, esa palabra que, al oírla nos evoca imágenes de seres malignos vestidos de negros harapos volando en escobas y haciendo maleficios a diestro y siniestro. Seres que, envueltos en humo de azufre, hacen pactos con el mismo diablo. Viejas que cuecen en sus calderos extrañas pociones mágicas y que con solo mirarte pueden hacerte desgraciado de por vida. Pero... existieron estos seres o son solo fruto de la fantasía, de los cuentos infantiles, inventos de la religión para hacernos creer que todo aquel fenómeno que no es obra de dios ha de serlo por fuerza del mismo diablo...?
Con el caminar del tiempo nuestra tecnología va convirtiendo en realidad muchos de los antiguos mitos: el hombre ha conseguido caminar sobre la Luna y pronto lo hará quizá sobre todo el universo, las imágenes del otro lado del mundo llegan hasta nosotros en cuestión de segundos... ya no hay nada mágico ni misteriosos en esto. Pero, cuanto más nos ayuda la ciencia a comprender el mundo, más nos empeñamos en buscar respuestas en otros lugares, ya sea en el mundo de los espíritus o en el estudio de lo oculto. Existe una fascinación por los secretos oscuros y prohibidos que la ciencia no puede satisfacer con sus explicaciones. En la actualidad los brujos salen en televisión, los astrólogos son leídos ávidamente en los periódicos y revistas por todo tipo de público, creyentes o no creyentes de lo misterioso. La sociedad tolera la existencia de grupos ocultistas que, en otros tiempos hubieran sido llevados a la hoguera, a las mazmorras y a una tumba sin lápida en cualquier cruce de caminos. Y es que los tiempos cambian, y nos volvemos más tolerantes, o quizá es que nos acostumbramos y ya no hacemos caso de las 'locuras' o 'aficiones' de los demás. Florecen por doquier las sectas religiosas, los curanderos psíquicos son el ultimo recurso allí donde la ciencia médica no puede hacer nada. Cuando el cristianismo no da suficiente alimento a nuestra alma, los creyentes buscan a Dios en otros ritos o escondido en mágicos encantamientos y danzas rituales. No ha habido ninguna otra época en la historia donde se practicara el ocultismo de tantas maneras y de una forma tan amplia como se hace actualmente y, a pesar de todo esto vivimos en una era de fría lógica científica. Nuestro concepto de lo sobrenatural cambia constantemente. A medida que va progresando la ciencia se van descartando conceptos considerados mágicos o fantásticos en otros tiempos (la electricidad, la hipnosis, el magnetismo, las comunicaciones a larga distancia) se aceptan ahora sin ningún tipo de duda. Pero quedan muchos fenómenos aún a los que la ciencia tiene que dar algún tipo de explicación (sueños premonitorios, apariciones fantasmales, viajes astrales, telepatía, telekinesis...) y que despierta nuestra curiosidad hacia lo sobrenatural .Sin embargo la actitud pública hacia la brujería ha sido siempre de una asombrosa desaprobación. Los medios de comunicación nos regala horribles historias sobre drogas y sexo sin control en los sabbat de los brujos. Tumbas profanadas donde se han robado los cráneos para utilizarlos en sus círculos mágicos. Normalmente, cada vez que se viola una tumba se da por hecho que ha sido un grupo de brujos en un ritual satánico.
La mayoría de brujos y ocultistas tradicionales se han mantenido fuera de la atención publica y sus sociedades siempre han sido muy reservadas a las que no les ha gustado la popularidad, y el resultado de esto ha sido que la gente los consideren grupos de locos o sospechen lo peor acerca de ellas. Pero es que muchos de los miembros de estas sociedades pueden mostrar documentos que prueban que muchos de sus familiares han pertenecido o participado en reuniones de este tipo durante generaciones que incluso se remontarían al s. XVII. Y, claro esta, no necesitan hacerse propaganda publica ni desean politizar y mucho menos crear ningún tipo de sospechas ni odios entre sus vecinos. Todavía recuerdan los grandes juicios de brujas en los que se quemaron millares de personas por toda Europa. Así que, aun hoy en día, en esta sociedad que parece tan tolerante, los practicantes de la brujería van con mucho cuidado de no levantar ningún tipo de sospechas entre sus vecinos y amigos 'normales' , sospechas que serian seguramente exageradas en la mayoría de los casos por ser un tema que se escapa a todo tipo de razonamiento lógico. Pero siempre ha sido así y por eso se le llama ocultismo por ser algo escondido y oculto a la vista profana . En la Edad Media, la supersticiosa imaginación de la época llegó a acusar a los hombres de ciencia como adoradores del Diablo , y si las mentes más prestigiosas de esta época eran considerados así , nada que decir pues de lo que se podían pensar de las viejas que vivían solas y recogían raíces y hierbas para sanaciones naturales. Debían llevarlo muy en secreto, aunque no hacían nada malo, el secreto es lo único que podía protegerlas.
La sociedad esta siempre, en todas las épocas, regida por unas normas y si alguien se sale de ellas, aunque sea para bien de esta misma sociedad, para el avance científico o incluso filosófico, con seguridad será acusado de irracional, de loco, de iluso, de raro y, si no desiste de sus practicas o ideas, será tachado de brujo y de adorador del mismísimo Satanás. No quiero con esto decir que no los haya, si que hay mucho brujo y bruja mala por ahí y muchos mas farsantes, pero también como en todo pagan justos por pecadores y en el caso de brujería pagaron muchos mas justos que pecadores.

No hay comentarios:

Cihuateteo

Son la reencarnación femenina de las mujeres nobles que perdían su vida en labores de parto, las cuales guiaban al sol, junto a su v...